Un año ha pasado desde que el volcán de Fuego mostró su furia. La comunidad San José Los Lotes quedó completamente soterrada. Decenas de personas no pudieron huir. Quienes lo lograron han vivido uno de los años más horribles de su vida. Perdieron todo, literalmente todo. Su casa, sus bienes, y hasta a sus seres queridos.
El 3 de junio nunca volverá a ser un día más. Se ha convertido en un punto de la historia que cuenta cómo los seres humanos pueden ser insignificantes para la furia de la naturaleza. Hoy, un año después, se hace el recuento de los daños y se trata de aprender de los errores cometidos. Sin embargo, para quienes lo perdieron todo, la historia es más difícil.
- AQUÍ TE LO CONTAMOS:
La mayoría ha tratado de sobrevivir, otros aún guardan la esperanza de encontrar el cuerpo de sus seres familiares. Regresan cada día a lo que fue su hogar, tratando de encontrar una explicación. Tratando de buscar algo que les permita continuar.
Este es el caso de Felipe Xoc, un sobreviviente que aún trata de encontrar el cuerpo de su esposa y su bebé de un año. "No soy nada sin ellos, no soy nadie sin ellos", dice mientras utiliza una pala para escarbar el área donde se encontraba su vivienda y que ahora sólo son escombros.
San José Los Lotes, localizada en las faldas del volcán jurisdicción de Escuintla, fue la comunidad que más víctimas cobró el volcán. El Gobierno contabiliza más de 200 personas fallecidas y 229 desaparecidas, aunque los pobladores calculan que hay más.
Un años después la comunidad parece un campo de guerra. Las viviendas están soterradas, los montículos de tierra reflejan la labor que se hizo en ese momento para encontrar los restos de los desaparecidos. La mayoría fueron atrapados por la lava hirviendo. Otros fallecieron asfixiados por el azufre. Hombres, mujeres y niños, el volcán no discriminó.
Durante 365 los sobrevivientes han tratado de levantarse, pero no ha sido nada fácil. Han tenido que luchar por sobreponerse de la pérdida de sus familiares y amigos, buscan olvidar las imágenes de ese día. Ver a sus seres queridos pidiendo ayuda cuando fueron interceptados por la lava, buscarlos entre los escombros, observar cómo el trabajo de toda su vida quedó soterrado entre los flujos piroclásticos, pero sobre todo, luchan por adaptarse a una nueva vida.
Seguir adelante
Luego de la tragedia decenas de personas se volcaron a ayudar. Nacionales y extranjeros donaron ropa, víveres, enseres, productos de limpieza. Las donaciones fueron captadas, en su mayoría, por las instituciones de Gobierno. Otros, optaron por entregarlas directamente a los damnificados.
Pero los recursos se fueron agotando o no llegaron a su destino, según lamentan las víctimas de la tragedia. Aún así, hubo voluntarios y donaciones. De acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) se recibieron unos 15 millones de quetzales en ayuda.
María Yamas es una mujer de 70 años que sobrevivió a la tragedia. No quiere recordar lo sucedido el 3 de junio de 2018. "No quiero volver a llorar", dice.
Con su mirada hacia el horizonte asegura que no ha sido fácil. "Nos ha costado adaptarnos. Vivíamos en el friíto, nos trajeron al calor. Nuestra tierra era fértil, teníamos grandes patios, si teníamos hambre íbamos al monte a traer una hiervitas, aquí todo lo tenemos que comprar. Pero estamos vivos y hay que continuar", comenta sonriente.
Sin embargo, para otros ha sido más difícil. Estaban acostumbrados a un espacio grande. Ahora viven en una casas temporales, que no tienen todos los servicios, mientras esperan que les entreguen una solución habitacional.
Algunos han adaptado unas galeritas, que ellos mismos construyeron, para instalar allí su cocina y su comedor. Otros pusieron venta de tortillas y tienda, pero no ha sido lo mismo.
Han pensado en regresar
Las familias están conscientes de lo sucedido. Pero vivir en las condiciones que les ha tocado, les ha complicado la adaptación. Además, algunos se sienten acechados y han pensado en regresar.
Este es el caso de Hilda López, quien asegura que hace unos meses estuvo a punto de agarrar a sus hijos y volver a San Miguel los Lotes, debido a que está cansada de las condiciones en las que viven.
Además, cuenta que están siendo "acechados" por las instituciones del Gobierno. "Los que más están molestando son los de la PGN (Procuraduría General de la Nación), nos están viniendo a quitar a nuestros hijos. Nos mandan hasta de esos avioncitos que traen cámara, para ver dónde están los patojos. A una vecina se le acaban de llevar a sus tres hijos y a mi me querían quitar a mi sobrino que quedó huérfano después de la erupción. Imagínese, me lo querían quitar y llevárselo a una de esas casas hogar, que les dicen", contó.
Pero no han sido los únicos. López también se quejó de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep). Según la sobreviviente, esa institución "se quedó con toda la ayuda que les llegó, aquí veíamos las caminonadas de cosas que nos donaron a nosotros para llevárselas saber ni a dónde", lamentó.
"Mire, aquí nos están humillando. Por estas casas donde vivimos todos amontonados. Nosotros somos seis, imagínese. Pero por esto nos quieren venir a humillar, no están quitando a nuestros hijos, no sólo qué difícil fue para ellos vivir lo que nos hizo el volcán. Nos quitaron toda la ayuda, nosotros sin casa, sin dinero, sin trabajo y ellos llevándose hasta las toallitas que usa una como mujer, ni los pañales de los patojos nos dieron", criticó.
Según López, eso ha sido un detonante para pensar en regresar. "Andaba viendo de dónde saco dinero para contratar una máquina que me pueda ir a escarbar donde estaba mi casa. Muchos lo pensamos, pero al final no hicieron nada y otra vez seguimos viviendo aquí", comentó.
Incluso, llegaron al extremo las primeras viviendas las entregaron a los damnificados de otros sectores. "Los más afectados fuimos los de San Miguel Los Lotes, pero el presidente (Jimmy Morales) se llenó la boca diciendo que ya nos estaban entregando nuestras casitas, pero resulta que se las dieron a los de El Barrio, cuando ellos tienen sus casas bien paradas y equipadas allá. Y mire, nosotros seguimos aquí", dijo molesta doña Hilda.
David de León, vocero de la Conred, institución encargada de coordinar el rescate y ubicación de los sobrevivientes, reconoció que los primeros beneficiados con vivienda fueron los de El Barrio, pero explicó que se hizo de esa manera debido a que los vecinos de San Miguel Los Lotes no querían aceptar las casas debido a que las consideraban muy pequeñas y querían espacios más amplios.
"Tuvimos que empezar una negociación con ellos. Sabemos que sus terrenos eran más grandes, pero son muchos los damnificados y había que adaptar las viviendas para poder beneficiar a todas las personas", detalló.
En cuanto a la ayuda donada, De León explicó que se creó una mesa multisectorial en donde hay representantes de cada una de las comunidades que se encuentran en los albergues temporales a quienes se les ha informado sobre el movimiento y entrega de los beneficios, pero por decisión de los mismos pobladores, ahora todo está en manos de la Municipalidad de Escuintla, quienes se encargarán de resguardar y entregar la ayuda.
- ADEMÁS
Según el registro de Conred, los sobrevivientes recibieron un bono 3,500 quetzales durante 10 meses que autorizó el Congreso, así como un bono único de 3 mil quetzales que entregó el Ministerio de Desarrollo Social. Además de los artículos de limpieza personal y demás enseres que se les ha otorgados.
Nuevas excavaciones
Un año después de la tragedia, se iniciará un nuevo proceso de excavaciones para tratar de localizar los restos de los más de 200 desparecidos, informó el vocero de la Conred.
Según De León, les otorgaron 5 millones de quetzales en el Presupuesto General de la Nación, con los que iniciarán una nueva búsqueda con el apoyo de la Fundación de Antropología Forense, la cual ha tenido contratiempos debido a los procesos administrativos.
- Mira aquí el video con las historias de las víctimas:
El nuevo proceso de rescate iniciará en los próximos 40 días, de acuerdo con las estimaciones. Pero para ello se está haciendo un censo con las familias, con el propósito de identificar quiénes aún quieren encontrar a sus familiares, ya que hay algunos que les han manifestado que prefieren que sus restos descansen en el lugar.
En tanto, hoy decenas de personas realizaron servicios religiosos y una caminata para recordar a sus seres queridos y para conmemorar un año de la tragedia que provocó la erupción más grande que ha tenido el volcán de Fuego en los últimos 40 años.
- NO DEJES DE LEER: