Las denuncias contra agentes por sobornos casi se duplicaron en 2021 con el año anterior al inicio del gobierno de Giammattei
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En los últimos ocho años (2014-2021) la Inspectoría General de la PNC recibió 931 denuncias en contra de algún miembro de la institución por haber recibido soborno.
La mayoría de denunciados son agentes, pero también hay reportes en contra de oficiales, inspectores y aparecen 11 denuncias en contra de comisarios generales.
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En 2012 y 2013, en los dos primeros años de Mauricio López Bonilla como ministro de Gobernación, la PNC no clasificaba las denuncias por delitos.
Los registros comenzaron a ser más certeros a partir de 2014.
En la gestión de los ministros Francisco Rivas y Enrique Degenhart al frente de Gobernación, las denuncias empezaron a llegar.
Fue en 2019, en el último año de Degenhart, que se disparó el número de denuncias según lo reflejan las estadísticas oficiales.
Y en la administración de Gendri Reyes siguen en aumento las denuncias, siendo 2021 el año con más reportes.
Aquí puedes consultar los datos por año y grado jerárquico de la PNC:
¿Qué pasó con esas denuncias?
La información de la PNC respecto a si se emitieron sanciones por las 931 denuncias o no se comprobó el soborno no es clara.
A través de una solicitud de información a la Inspectoría General se obtuvo el dato que 15 agentes fueron dados de baja desde 2018 a 2021.
Lo relacionado a los años 2012 a 2016 no existe “por motivo que se formateo el CPU”, respondió la institución.
En el Ministerio Público no fue posible ubicar alguna investigación resuelta. Las Fiscalías contra la Corrupción y de Delitos Administrativos no brindaron información.
Mala tradición
Un expolicía, con la condición de mantener confidencial su identidad, contó lo que considera motiva a pedir soborno. “Es una tradición, pero negativa, que se va inculcando a los nuevos agentes sobre las acciones que los antiguos han realizado por décadas”, aseguró.
Además el expolicía dijo que no hay principios éticos y “se ha vuelto aceptable por la misma población”.
En entrevistado mencionó que un policía tiene un salario muy bajo, algunos adquieren créditos y a fin de mes no reciben nada por los descuentos que les hacen. De ahí surge otra razón que los motiva a pedir soborno.
Además, reveló que la práctica corrupta es conocida en todas las escalas de la PNC y en ocasiones les han dicho “ahorita hay luz verde”.
El caso de Carmen y Luis
Carmen y Luis regresaban a su casa a las 2 de la madrugada de un viernes, después de asistir a una reunión de amigos donde consumieron bebidas alcohólicas.
La pareja no recordaba que el toque de queda estaba vigente por la pandemia de Covid-19 y justifican que era la primera vez, en mucho tiempo, que salían a un encuentro con amigos. Él conducía a pesar de estar alcoholizado.
Faltaban dos kilómetros para llegar a su residencia cuando observaron un retén. La PNC los detuvo, les pidió los documentos del carro y notaron que el conductor estaba ebrio.
“Ahí comenzó todo”, cuenta Carmen que accedió a recordar lo vivido.
Uno de los policías les empezó a decir que el piloto debía ser consignado por conducir borracho y no tener la tarjeta de circulación vigente.
“El policía hablaba violento, enojado y nos sentíamos intimidados”, asegura ella.
Después de varios minutos y escuchar que el policía les dijo que le pondría los grilletes a Luis para llevárselo preso, hicieron el ofrecimiento. “Mire solo tenemos 300 quetzales” dijeron ellos a los policías.
La respuesta de los agentes es que la multa, de llegar ante un juez, sería de cinco mil quetzales. Así entendieron que debían aumentar la “mordida”.
Pasados el tiempo y después de ver que se llevaron a otro piloto decidieron pagar. Los policías le permitieron a Carmen tomar el auto y buscar un cajero, mientras Luis se quedó.
Al regresar ella entregó dos mil quetzales, la máxima cantidad que un cajero automático permite retirar en un día.
Los policías le devolvieron los documentos y le advirtieron que ella debía manejar hasta su casa, porque Luis estaba ebrio.
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¿Qué los motivo a pagar el soborno?
Carmen no dudó en responder que pensar en la idea de ver a Luis en la carceleta la inquietó. “¿Con qué gente estaría ahí?”, se preguntó.
Luis dice que pensó en que no quería “manchar” sus antecedentes, perder tiempo en la carceleta y considera que le salió mas barato el soborno que enfrentar un proceso.
Pasados los meses de esa experiencia Carmen y Luis dicen aún sentir miedo cuando ven una patrulla y también están conscientes que cometieron un delito al ofrecer el dinero.
El caso de Sofía
En noviembre de 2021 Sofía conducía por una vía rápida, eran las 8 de la noche y se dirigía a una reunión de amigos. No estaba alcoholizada y todos sus documentos vigentes.
De repente el carro que iba adelante hizo una maniobra para esquivar a un hombre, lo logró, pero ella no. Sofía vio que una persona cayó al suelo.
Había un Policía Municipal de Tránsito que llamó a la PNC. El procedimiento lo tomaron cuatro agentes.
Sofía asustada por lo ocurrido llamó a un abogado para que la auxiliara. Mientras esperaban al litigante un policía le decía enojado que sería consignada porque una persona resultó lesionada y eso es un delito.
Ella pedía que esperaran a su asesor legal. Otro agente se le acercó y le empezó a contar de sus penas laborales y financieras.
Le dijo que casi no veía a su familia por los turnos y que las autoridades no los apoyaban y ellos tenían que gastar en combustible y mejorar su patrulla. “Una señora nos acaba de ayudar para comprarle llantas nuevas”, le dijo el PNC.
Sofía, por alguna razón, empezó a pensar que le estaba pidiendo dinero pero no de forma directa.
La platica duró bastante tiempo, el abogado llegó y lograron hacer un desistimiento, así que no había consignación. Aún así el policía “más platicador” le dijo “te dejas para unas aguas”. Sofía dice que entregó mil quetzales.
Al igual que Carmen y Luis sabe que cometió un delito, pero prefirió eso que pasar una noche en la carceleta.
Pensaba en que el carro se lo llevarían a un predio y que no lo recuperaría en buen estado, en sus antecedentes policiales y que al día siguiente debía trabajar.
"Écheme la mano": momento en que un ciudadano soborna a un PNC (video)
¿Por qué pagar “mordida”?
Marco Antonio Garavito, director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, afirma que “no es un problema actual, es un problema histórico”.
“Esa actitud antiética y corrupta se intenta trasladar a las escalas más bajas del sistema porque entonces todo mundo está comprometido con el elemento corrupto y nadie va a reclamar socialmente para que eso no ocurra”, opina Garavito.
De acuerdo con Garavito, en el sistema social de Guatemala “es normal. Un jefe va a tratar de tener un empleado que acepte ese tipo de cosas y que de repente le da su mordidita por ahí, porque así resulta que nadie pelea, nadie reclama”.
Otra característica es la impunidad. “Si algo reproduce una conducta ilegal, ilegítima o antiética es que nada ocurra para sancionarla. Por eso es que un elemento que reproduce todo este carácter anormal de nuestro sistema es la impunidad”, afirma Marco Antonio Garavito.
Garavito plantea que se está condicionado a la sociedad. “Se ha acostumbrado que en este país así funciona, para que me voy a complicar mejor doy un dinerito”.
También menciona que los ciudadanos “nos hemos acostumbrando a no entender lo que por derecho tenemos”, puntualiza que no se conocen los procedimientos legales que deben seguirse en situaciones cuando se incurren en faltas o delitos.
Fortalecer a la PNC
Oswaldo Samayoa, miembro del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), declaró “siempre decimos los policías son mordelones, pero también hay personas que no están cumpliendo con lo deben y para eso ofrecen”.
"La PNC necesita una mayor fortaleza profesional que permita disminuir, porque vamos a ser claros, no se va a lograr terminar, pero sí podemos disminuir la actividad corrupta", refirió Samayoa.
El docente dice que es necesario tener un mecanismo claro de denuncia y de “verdadera sanción disciplinaria que permita darle seguimiento los casos y sancionar de forma ejemplar y efectiva”.
Samayoa mencionó que el sistema burocrático del país lleva a que los ciudadanos digan “voy a hacer este pago aquí, porque sino igual lo voy a hacer después y si no me enfrento a un sistema burocrático que para devolverme un vehículo va a tardar meses y eso me perjudica”.
Casos comunes
La abogada Patricia Estrada dice que comúnmente se paga soborno en hechos de tránsito.
Las personas no quieren tener antecedentes policíacos y penales y esa es una causa que lleva al ciudadano a pagar.
Estrada recomendó a los automovilistas siempre conducir bajo las normas legales. Portar licencia de conducir vigente, portar la tarjeta de circulación vigente y no manejar bajo efectos de licor.
Explicó que el no tener los documentos en orden es una falta, pero al conducir alcoholizado es un delito contra la seguridad del tránsito.
La PNC sí puede consignar a una persona por manejar bajo efectos de licor por el delito de responsabilidad de conductor.
El delito de cohecho
Estrada recordó que el policía que recibe soborno comete el delito de cohecho pasivo y se le sanciona con prisión de cinco a diez años, la pena aumenta si la solicitud la hizo bajo amenazas.
Y el ciudadano que entrega dinero comete cohecho activo la sanción también es de cinco a 10 años de prisión y una multa que el juez debe imponer que va de los Q50 hasta los Q500 mil.
Las sanciones por cohecho se fortalecieron en 2012 cuando se creó la Ley contra la Corrupción.