Tener una infidelidad es un trabajo de dos personas, y la relación secundaria puede representar algo que le falta a la persona infiel.
EN CONTEXTO: ¿Quién sufre más en un "triángulo" amoroso? Esto dicen los expertos
Una infidelidad es un problema muy grave para las parejas, pero muchas logran superarlo para reconstruir la confianza que tenían antes del suceso.
Entre las primeras condiciones que pone la persona que fue engañada es cortar por completo la relación secundaria, o sea dejar de hablarle a "la amante".
En un "triángulo" amoroso todas las partes sufren y aunque es por decisión propia que se encuentra en esa posición, la persona infiel suele esconder la relación secundaria porque la relación principal es más importante. Entonces, ¿qué papel juega el amante para estas personas?
En un artículo de Salud180 se habla de una investigación de Inmaculada Jáuregui, donde estudia los rasgos psicológicos de las personas implicadas en un triángulo amoroso. También hay que recordar que los hombres suelen ser infieles físicamente mientras que las mujeres lo son emocionalmente.
Para los hombres casados, la amante es una afirmación de la masculinidad y poder. Esta muestra sus capacidades de conquista y que todavía puede ser deseable.
Las mujeres en cambio, suelen involucrarse sentimentalmente con una pareja que les satisface sus necesidades emocionales, pero también caen en esta necesidad de sentirse atractivas.
Las personas que suelen ser infieles tienen una necesidad de reafirmación y validación externa, por lo que pueden sentirse cómodos con su relación actual pero eventualmente terminarán necesitando más y lo buscarán en otras personas.
Esta actitud demuestra una baja autoestima, comparable a la de la persona que decide ser "el tercero en discordia".
El perfil del amante
Un amante es alguien que tiene una baja autoestima y miedo al compromiso, pues teme tener una persona que le sea fiel. Además es causante de dolor y dudas. Esta persona tiene sentimientos de culpa y vergüenza. Sin duda, tiene dependencias emocionales no resueltas, según un artículo de Buen Coco.
Esta persona infiel siempre guarda la esperanza de ser "la oficial", y puede volverse vengativa cuando no lo consigue. Puede ser el orquestador de un chantaje emocional, además de que en la relación puede ser la causante de peleas o de celos como pequeñas venganzas.
Este tipo de vida puede ser muy solitaria, pues las mujeres no suelen confesar que están en una relación con una persona comprometida por miedo a que las juzguen.
Una investigación publicada en The Journal of Sex Research define a la caza de parejas como "una forma de infidelidad que ocurre cuando una pareja conscientemente atrae a la pareja de otro con la intención de comenzar una relación romántica o sexual".
Estas personas suelen ser personas muy permisivas y abiertas con su vida íntima, pero con una calidad social y sexual mucho menor en sus relaciones, pues las personas con las que se relacionaron terminaron siendo infieles, ya que tenían un historial.