Sergio Ramos fue protagonista en la final del Mundial de Clubes ante al Al Ain de Emiratos Árabes Unidos.
Primero, se convirtió en el salvador del conjunto merengue al evitar casi en la línea el gol del conjunto local.
Al minuto 79, Ramos marcó el tercer gol del conjunto merengue, con lo que se sentenciaba la victoria en favor de los merengues.
Tras celebrar con sus compañeros de campo, Ramos salió del terreno de juego para acercarse a Isco y dedicarle su anotación, ambos se abrazaron y festejaron el tanto.
Sin embargo, el técnico Santiago Solari trató de ocultar su sorpresa por el gesto del capitán merengue, pero la señal internacional captó sus gestos.
Antes del tanto, Ramos estuvo cerca de ser expulsado del juego tras cometer una falta en la mitad del campo, pero el árbitro central consideró que solo merecía la tarjeta amarilla, ante la desaprobación del público que asistió al encuentro.
- TE PUEDE INTERESAR: