Con 17 años de vida, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) ha acumulado serios señalamientos en contra de las personas que la dirigen, ya que en los últimos diez años, cuatro superintendentes han sido arrestados por aprovechar su puesto para beneficiarse económicamente, tres fueron aprehendidos este año.
Sin embargo, estos tres arrestos comprenden un periodo casi continuo de jefes de la SAT cuestionados, ya que la aprehensión de Rudy Villeda este viernes, Carlos Muñoz y Omar Franco en abril pasado, pone en evidencia lo sencillo que es cometer ilícitos desde lo interno de la Administración Tributaria.
La SAT fue fundada en 1998, durante el Gobierno de Álvaro Arzú, con el objetivo de crear una entidad recaudadora de impuestos independiente y autónoma; y de esta forma erradicar la corrupción que reinaba en el Ministerio de Finanzas
El primer jefe de la SAT fue Alfredo Marroquín, quien inició su periodo en 1998; un año después le siguió René Pérez; en el 2001, el encargado fue Rudy Castañeda, quien entregó el puesto a inicios de 2002. Hasta ahí todo bien.
Transcurría el Gobierno de Alfonso Portillo, y la jefatura de Abadío cambió la percepción de la Administración Tributaria, pues Marco Tulio Abadío fue acusado a 30 años de prisión por el lavado de 24 millones de quetzales durante su gestión al frente de la SAT.
Willy Zapata continuó tras la destitución de Abadío, pero tan solo estuvo un año, pues fue electo como Superintendente de Bancos, a quien se le acusa de ser el responsable de la crisis financiera que provocó el cierre de Bancafé y Banco de Comercio, señalamientos que siguen vigentes y que Zapata ha bloqueado con amparos.
La siguiente fue Carolina Roca, quien ocupó el puesto de 2005 a 2008, y se mantuvo sin señalamientos durante los Gobiernos de Oscar Berger y el primer año de Álvaro Colom, y fue sustituida por Rudy Villeda.
Villeda, de 2008 a 2012, pasó su gestión sin mayores señalamientos, hasta que en 2012 y 2013 se le cuestionó por autorizar a La Riviera como una tienda libre de impuestos en el Aeropuerto La Aurora. Caso que este viernes culminó con su arresto por los delitos de Usurpación de Funciones y Fraude Aduanero.
De en marzo 2012 inició su gestión Miguel Gutiérrez. La misma se caracterizó por diferencias con el entonces ministro de Finanzas de Otto Pérez, Pavel Centeno. Gutiérrez fue sustituido un año después, por desacuerdos en las proyecciones económicas y criterios de gestión con el equipo de Centeno. Gutiérrez despidió a 140 personas, entre ellas Omar Franco y Alfonzo Castillo, intendentes de la SAT, acusándoles de pertenecer a una red de contrabando que operaba dentro de la Administración Tributaria.
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El puesto de Gutiérrez lo ocupó Carlos Muñoz, quien dirigió la SAT de 2013 a 2015, y fue destituido por no cumplir con las metas de recaudación. En enero de este año asumió Omar Franco y cuatro meses después, ambos, Muñoz y Franco, fueron arrestados sindicados de pertenecer a una red de contrabando aduanero.
Desde entonces, la SAT acumula cuatro meses sin contar con un Superintendente, y quedó de forma interina Elder Fuentes, quien posteriormente renunció alegando problemas de salud y en su lugar fue elegido Francisco Rivera, quien dirige la SAT de forma interina desde hace unas semanas.
Sin embargo, la las otras capturas de empleados y exempleados de la SAT de este viernes, arroja más sospechas sobre la Administración Tributaria, ya que la gran mayoría trabajaba desde su fundación en 1998, conocían bien el funcionamiento interno y por ende cómo cometer supuestas ilegalidades.
Para Carlos González, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), la SAT enfrenta un momento de provecho para tomar muchas más precauciones al momento de elegir nuevos funcionarios y proponer que el ente recaudador tenga auditorías externas más profundas.
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González detalló que se debe sanear la Administración Tributaria colocando gente proba, mejorando los mecanismos para nombrarlos, pero “esto debió empezar ayer, pero no se mueve nada, no sé si sea por la crisis política, pero algo se tiene que hacer ya”, concluyó el analista.
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