Uno de los símbolos patrios de Guatemala es la Monja Blanca, una orquídea que se puede encontrar en los bosques nubosos del país, pero que también se encuentra amenazada por los depredadores.
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La flor Lycaste virginalis forma alba, nombre científico de la Monja Blanca, originalmente no es blanca. Fredy Pitán, guía en Orquigonia, centro botánico ubicado en Cobán, Alta Verapaz, explica que al principio la flor es un tanto rosada, pero que algunos ejemplares sufren una mutación que las hace perder color hasta que las hojas quedan totalmente blancas.
“En Guatemala existen 20 especies de Lycaste, una de ellas es la virginales forma alba que es la flor nacional. Originalmente en la naturaleza es un poco morada, pero sufre una mutación y este es una caso de semialbinismo vegetal que le hace perder la pigmentación rosa, pero conserva el centro amarillo, esto la hace especial y rara”, explica Pitán.
La Monja Blanca fue declarada flor nacional el 11 de febrero 1934 luego de participar en una exposición en Estados Unidos donde maravilló a los participantes, por lo que el Gobierno de Guatemala le otorgó esta categoría.
Mientras que en agosto de 1946, el presidente Juan José Arévalo prohibió su recolección y exportación para promover conservarla en su hábitat natural.
Especie amenazada
De acuerdo con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), esta especie tiene grandes amenazas como la destrucción de su hábitat y por el saqueo sistemático cuando la extraen ilegalmente del bosque; prácticamente se considera que estas han sido las causas de la desaparición de la especie, por lo que desde hace aproximadamente dos décadas no se encuentra en su hábitat.
Ante esa situación, han surgido diversas iniciativas para rescatar, proteger y reproducir la flor nacional. Una de ellas es Orquigonia, un centro botánico ubicado en Cobán, Alta Verapaz donde se reproducen otras orquídeas.
“Se calcula que hay 1,500 especies de orquídeas en el país y más del 50 % de esta diversidad se encuentra en Alta Verapaz, que es una zona rica por los ecosistemas que tiene. Somos una familia que desde los años 70 se dedica a la conservación y estudio de las orquídeas”, explica Francisco Archila, administrador de Orquigonia.
Este lugar es el hogar de más de 500 especies que habitan en Guatemala, entre las cuales se encuentra la Monja Blanca, que ha reintroducido esta especie a su hábitat natural.
Historia
La Monja Blanca Lycaste virginalis forma alba fue descubierta y utilizada por los mayas de tierras altas de la Verapaz, mucho tiempo antes de la conquista española, una de las ideas de su nombre es que la llamaban Saqi ixq, que significa mujer blanca o hembra blanca, por la forma de mujer que tiene la columna reproductiva o gynostemium, con la llegada de los españoles a la región.
El nombre cambió a Monja Blanca, ya que ellos indicaban que parecía una monja en posición de oración.
Los pobladores Q’eqchi´ la han utilizado en rituales o como ornamento de sus jardines, en la época colonial para adornar algunas ermitas, dándole a la planta una gran importancia y colocándola entre su grupo de plantas sagradas.
