Roncar es algo común en la mayoría de personas, aunque dependiendo del tipo de ronquido, deberás tomar algunas medidas de prevención.
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El ronquido es un fenómeno que ocurre durante el sueño como resultado de las vibraciones de los tejidos blandos que tiene la boca y la garganta, causando así, resistencia al paso del aire en la vía aérea superior.
Es decir, cuándo nos encontramos dormidos, la garganta y los músculos del cuello se relajan. En algunas ocasiones, se relajan tanto que la vía aérea superior se cierra de manera parcial, ocasionando que se estreche el conducto a través del cual el aire se dirige a los pulmones.
Como resultado del estrechamiento, el aire vibra en la garganta cuando respiramos, produciendo el sonido del ronquido.
De acuerdo con el experto Enric Cisa Lluis, especialista en Otorrinolaringología en el Hospital Quirón Barcelona, miembro de Top Doctors, comenta que existen dos tipos de ronquidos.
El primero es el ronquido en la infancia: "se produce desde los doce meses de edad. Cualquier ronquido persistente en el tiempo asociado a una respiración de predominio vocal debe ser investigada y la visita al otorrino es mandatoria", indica el médico.
El segundo es conocido como el ronquido adulto. Esta se encuentra relacionada a las apneas, aunque no necesariamente. El experto explica que "en estos casos hay que ir al otorrino también y hay que hacer un estudio del sueño que marcará la gravedad del caso y las soluciones terapéuticas a seguir".
De igual manera, existen otras clasificaciones de acuerdo con la American Association of Sleep Disorders:
Ronquido leve o simple: son esporádicos, leves y puede ser causado por la postura (dormir boca arriba) o tras beber alcohol. No es peligrosa para la salud.
Ronquido moderado: es frecuente y el sonido es más fuerte. No afecta a la persona que ronca, pero si afecta en el descanso de las personas que duermen a su lado. Aunque se debe estar atentos ya que podría evolucionar al ronquido patológico.
Ronquido SAHOS: son peligrosas para la salud, ya que durante el sueño se dan paradas respiratorias, reduciendo el oxígeno en la sangre y generan un sueño poco reparador. Ocasionan problemas de salud, que pueden estar relacionados a la hipertensión arterial.
