Las autoridades de China prohibieron el lanzamiento en los cines de la película Christopher Robin, un reencuentro inolvidable, el nuevo film de Disney.
De forma oficial, no hay una razón para justificar esta decisión, aunque muchas organizaciones aseguran que se debe a la amplia campaña de censura existente en el país asiático contra el entrañable osito Winnie the Pooh.
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Otros afirman que la cuota anual existente para estrenos de películas extranjeras en territorio chino obliga a descartar algunos títulos.
Lo que sí es seguro es que el Gobierno ha estado bloqueando imágenes del personaje animado que aparecen en redes sociales. Esto se debe a que Winnie se ha convertido en símbolo de la disidencia política por el parecido que muchos encuentran entre el personaje y el presidente chino, Xi Jinping.
Estas comparaciones empezaron en 2013.
*Con información de lavanguardia.com
