El nombre de Alejandra Reyes Ochoa se dio a conocer este 5 de octubre cuando la fiscal general del Ministerio Público, Thelma Aldana, reveló que fue la colaboradora eficaz que permitió enlazar las pruebas del nuevo caso, denominado Caja de Pandora.
Aunque enfrenta un proceso penal por ser parte de la red de corrupción en el Sistema Penitenciario (SP) que lideraba el reo Byron Lima, Reyes Ochoa fue vista por última vez en la Torre de Tribunales en junio, cuando, en el Juzgado de Extinción de Dominio, renunció a su derecho sobre las propiedades que el ahora fallecido habría dejado a su nombre.
Sin embargo, el papel de Reyes Ochoa en la vida de Lima iba más allá de ser la encargada de lavar dinero para la estructura criminal referida, ya que también era su pareja sentimental.
De esa cuenta, la joven tuvo acceso a los detalles de la estructura criminal, mismos que permitieron a la Fiscalía Especial Contra la Impunidad dar forma a una serie de pruebas que habría encontrado desde 2014, cuando se dio a conocer la existencia del caso de corrupción en el SP.
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Reyes Ochoa apareció en la vida de Lima cuando ella aún era una bebé, según relató él durante una audiencia en la que dijo poseer fotos en las que cargaba a su pareja que entonces solo tenía cuatro meses de edad.
La mujer que está por llegar a los 30 años fue pareja de Lima por más de una década, pues empezó la relación con él cuando ella tenía 14 y acostumbraba a visitarlo en prisión, en compañía de su tío Miguel Reyes Samayoa, quien fue compañero de promoción de la Escuela Politécnica del fallecido.
Tras varios años de esconderse, al cumplir 18, Reyes Ochoa dejó la casa de sus padres y se dedicó a Lima, quien sufragaba sus gastos.
Mientras el capitán cumplía una condena por el asesinato de monseñor Juan Gerardi, su pareja viajó por el mundo, estudió belleza, maquillaje y política.
Entre los recuerdos de Reyes Ochoa figuran fotografías con políticos como Otto Pérez y Roxana Baldetti, para quienes trabajó como estilista.
La madre de la hija más pequeña de Byron Lima también era propietaria del salón B-Fashion, el cual, según la investigación del Ministerio Público (MP), fue utilizado para lavar dinero de la red de corrupción.
Alejandra Reyes, quien salió del país con el apoyo del MP ante el temor de represalias en su contra, entregó a las autoridades varias facturas, registros, fotografías, nombres y hasta grabaciones que significaron una ampliación de la investigación de la red que encabezaba Lima.
Entre las personas que resultaron implicadas tras la declaración de la viuda está el hermano de su expareja, Luis Lima; sus abogados, Moisés Galindo y Marco Rosell; funcionarios municipales y hasta el alcalde capitalino, Álvaro Arzú.
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