En la carretera que lleva de Iztapa a Monterrico te encuentras con un pago obligatorio, especialmente en época veraniega: 15 quetzales por cruzar 160 metros en menos de un minuto.
El pago se duplica cuando regresas de las playas del suroriente hacia la capital y tienes que volver a cruzar el río María Linda.
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El puente Berónica Mishell se convirtió, desde su creación, en una fuente importante de ingresos para Iztapa. En los proyectos iniciales, con ese dinero, se iban a financiar grandes proyectos para convertir al municipio en un atractivo turístico (limpieza de playas, centro turístico con piscinas y toboganes o toldos en las playas).
Once años después, la comuna ha recibido millones de quetzales anualmente, y ha cubierto la deuda de 32.5 millones de quetzales que costó la obra y ha dejado de lado sus proyectos sin transparentar el uso de los recursos que sigue recibiendo.
Por ejemplo, en los últimos cuatro años las arcas de la comuna han recibido 23 millones de quetzales, lo que supone un promedio anual de 6 millones de quetzales. ¿Dónde se ha invertido ese dinero? Pese a estas cifras, no se han visto grandes cambios en el municipio.
Sin mayor detalle, la municipalidad explicó a través de una solicitud de información pública que el destino de los ingresos provenientes del derecho de peaje “son utilizados para gastos de funcionamiento de direcciones o departamentos de la institución que ejecutan diferentes actividades en su quehacer diario”.
Asimismo, en esa misma respuesta, indicó que no hay una normativa o reglamento que obligue a llevar un control o listado de los vehículos que atraviesan el puente.
Respecto a los salarios, la municipalidad contempla unos gastos de operación mensuales de 28 mil quetzales, que se reparten entre los nueve salarios correspondientes a empleados registrados.
A esto se suman 16 mil 887 quetzales mensuales correspondientes a los salarios de los seis policías municipales ubicados en el puente.
Un posible hallazgo
Por su parte, la Contraloría General de Cuentas confirmó que en 2017 encontró un anomalía en la municipalidad que está aún pendiente de confirmarse y en el que podría estar involucrado el administrador del puente Berónica Mishell.
El hallazgo reporta que se realizaron depósitos bancarios de manera inmediata e intacta por el valor de 165 mil quetzales.
Contra el turismo
El director de Instituto de Turismo, Jorge Mario Chajón, explicó que este tipo de peajes afecta al turismo, sobre todo de carácter nacional, porque aumenta los costos de los viajes y los hoteles de la zona se vuelven menos competitivos que en el resto del país.
“Siempre es importante mantener una facilitación turística”, expresó.
- INVESTIGACIÓN DE SOY502:
Chajón explicó que la municipalidad debería transparentar los recursos con proyectos para los ciudadanos y los turistas. Propone una rebaja de las tarifas, aunque aclaró que esa decisión le corresponde al Concejo Municipal que es autónomo.
Transparencia cero
Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, el puente Berónica Mishell es un vivo ejemplo de cómo los fondos públicos son utilizados con cero transparencia.
“Ha sido tan opaco que incluso ha dado lugar a disputas que han terminado en muerte, como cuando el alcalde mató a tiros a un concejal en plena sesión”, recordó.
Marroquín defendió que se mantuviera cobrando un peaje, pero siempre que se transparente el destino de esos recursos.
“Es un dineral”, comentó cuando se le informó del ingreso extra que recibe la municipalidad.
Sin alternativa
Antes de que existiera el puente, los conductores que querían cruzar de una orilla a otra utilizaban el servicio de ferry.
En la actualidad, el puente Berónica Mishell es la única forma para llegar a las playas de Monterrico o Hawaii.
La ruta alternativa es la que conduce desde Taxisco hasta La Avellana, aunque necesita repararse.
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