A Mario Cumez una llamada le cambió la vida. Una conversación le dio un giro de 180 grados a todo lo que él conocía. Esperó por cuatro meses un momento que no estaba seguro si llegaría.
A las siete de la noche del martes, el Ministerio de Educación (Mineduc) le confirmó a Mario que había dado su último lustre. Lo citaron para presentarse a su primer día de trabajo a las 9 de la mañana de este miércoles.
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Salió de su casa, la habitación número 22 en un complejo multifamiliar ubicado en La Terminal, vestido de saco y con zapatos de charol bien lustrados. Tenía la mirada alegre y sonreía a la nueva oportunidad que le había traído su constancia. Caminaba entre las ventas de La Terminal con dirección a su nuevo lugar de trabajo, los oficinas centrales del Mineduc.
“Antes de las cuatro tengo que recibir una llamada para confirmar que me van a dar el trabajo”, recordaba Mario su ansiedad durante la tarde anterior. Estaba nervioso por saber cuándo empezaría a trabajar, tenía el presentimiento que sería en algún momento de esta semana, dijo.
En realidad los nervios aún no lo abandonaban. Ha sido un proceso largo el obtener esta plaza. Mientras aún trabajaba como lustrador en la zona 14, Mario realizó todo el procedimiento de entrevistas y se sometió a distintas pruebas para aplicar al puesto de auxiliar en la Dirección de Servicios Generales. Fue un proceso que duró cuatro meses y dos semanas.
Mario llegó 20 minutos más temprano de lo previsto al Mineduc. Estába nervioso mientras espera a ser recibido por quien será su jefe. En esta nueva etapa de tu vida su caja de lustre también lo va a acompañar, pero como un recuerdo. Espera que su antigua herramienta de trabajo pueda servir como inspiración.
La espera se alarga, casi una hora en esa pequeña sala. Mario reflexiona sobre la gran oportunidad que le otorgaron. Tiene claro el camino que ha recorrido y que estar ahí sentado es producto de su esfuerzo. Esta seguro que muchos jóvenes pueden seguir su ejemplo.
Su trabajo será dentro de la Unidad de gestión de riesgo del Mineduc, que con la incorporación de Mario, contará con dos personas. Marco Tulio Pezzarossi, el nuevo jefe de Mario, explica que sus responsabilidades incluirán apoyar en la unidad encargada de evacuaciones y protocolos de seguridad.
Pezzarossi dice que espera que su historia también motive a las demás personas que trabajan en el departamento. No obstante, para Mario su nuevo empleo le hizo pensar en su familia. Su papá lo llamó esa misma mañana para felicitarlo, es el noveno de una familia de 13 hermanos.
Debido a que Carlos David, hermano de Mario, acaba de cumplir la mayoría de edad aún no ha entregado la papelería que le ha solicitado el Mineduc para iniciar con su proceso de contratación. No obstante ya su DPI está en tramite y mientras tanto continúa lustrando.
Sentado en el escritorio de su oficina, a Mario solo le queda agradecer a Olga y a su mamá por compartir la historia de él y su hermano en facebook. “Sin ellas yo probablemente continuaría lustrando zapatos afuera del hospital”, comenta.
Mario quiere viajar para especializarse cuando termine su carrera en tres años. Le llama la atención irse a Japón, aunque por ahora está concentrado en aprender inglés. Entre bromas dice que "mínimo" va a aprender a hablar 15 idiomas. Va por buen camino, ya maneja el Español, Quiché y Kakchikel.