Jeremy Meeks fue nombrado en 2014 como "el preso más guapo del mundo" después de que se compartiera el retrato hecho en la comisaría al momento de su captura.
A partir de eso Meeks consiguió contratos de modelaje y papeles en películas. Incluso la firma Versace se puso en contacto con él.
Después de pasar más de un año en una cárcel de mediana seguridad ahora está afuera y "considerando las opciones", según dijo a Buzzfeed.
"Estamos en contacto con varias agencias. Hay películas y muchas otras cosas pasando", dijo. Aún no define que pasará con su carrera.
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Meeks está casado y es padre de dos hijos. Y este último período en prisión no ha sido la única ocasión en la que ha tenido problemas con la autoridad.