La policía atacó a periodistas y manifestantes durante las protestas del sábado por la muerte de George Floyd, a manos las autoridades que lo detuvieron, a inicios de semana.
Representantes de agencias internacionales y locales también fueron reprimidos, luego de que algunos manifestantes lanzaran bombas.
Las autoridades lanzaron gases lacrimógenos y usaron la fuerza contra los reporteros, mientras documentaban las protestas.
La televisora local, WCCO, confirmó en un tuit que uno de sus fotógrafos había sido detenido y que había recibido el impacto de una pelota de goma.
Los ataques fueron criticados por asociaciones de periodistas estadounidenses.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) repudió “los ataques dirigidos contra periodistas, los equipos de los medios y organizaciones de noticias que cubren las manifestaciones”, por considerar que muestran un “total desprecio por su papel crítico en la documentación de temas de interés público y son un intento inaceptable de intimidarlos”, indicó la entidad.
Mientras tanto, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, anunció que ordenó la movilización de toda la Guardia Nacional (cuerpo de reserva) del estado, por primera vez en su historia, para hacer frente a los disturbios.
Asimismo, efectivos de varios estados se están movilizando para mantener el orden, mientras que en Los Ángeles, Fiadelfia y Atlanta ordenaron toque de queda.
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