Hablar del Himno Nacional de Guatemala es hablar de un verdadero poema de lucha y entrega, cuya letra ha recibido la influencia del sacrificio de los americanos, en su lucha hacia la independencia de un reinado europeo, enriquecido por las maravillas y la esclavitud del nuevo mundo. El 24 de octubre se conmemora el "Día del Himno Nacional", para ello Soy502 te trae un poco de su historia:
Su letra actual nace de un concurso, organizado en 1896, por el gobierno de José María Reyna Barrios para crear una letra oficial, que representara nuestra república.
En 1879, ya existía un cántico patrio llamado "Himno Popular", de la pluma de Ramón Pereira Molina, originario de Totonicapán, quien tenía el puesto de secretario de la Jefatura Política Departamental de Guatemala. El mismo quería ser cambiado por defectos en su estructura.
Previamente, en 1889, se convocó, por medio de la jefatura del Gobierno de Guatemala, a un concurso para elegir la música que acompañaría al poema de Pereira; triunfando la música de Rafael Álvarez Ovalle, cuyo legado permanece hasta nuestros días.
El poeta cubano José Joaquín Palma, arriba a Guatemala en 1873, exilado de su país. Su poesía y actividades como periodista y promotor cultural le valieron la invitación de José María Reyna Barrios, como presidente del jurado calificador, para esta convocatoria.
Entre los trabajos, apareció un escrito firmado como anónimo, considerado por los especialistas como el mejor entregado a la fecha, siendo el elegido por todos. Ésta es su letra:
Su estreno tuvo lugar en el Teatro Colón de la capital, el 14 de marzo de 1897, durante la celebración de la Exposición Centroamericana. En 1911, luego de 14 años, se descubre que, quién escribió la letra del himno fue José Joaquín Palma, revelándolo después en su lecho de muerte.
La lírica era dura y guerrista, ya que fue inspirada por la situación que Cuba atravesaba por lograr su independencia de España, por medio de una sangrienta batalla.
Remontándonos a 1889, nace en Jalapa el artista, pedagogo y escritor José María Bonilla Ruano, autodidacta que, a los 17 años, funge como director de la Escuela Normal Central para Varones, fue uno de los hombres de mayor influencia en la gramática nacional, de principios del siglo XX. Además de su poesía, Bonilla se especializó en libros de gramática y fue censor de la Academia Guatemalteca de la Lengua, extensión de la Real Academia Española.
Mientras Bonilla se encontraba en Bélgica, donde se revisaban cuidadosamente los libros didácticos y de gramática para corregir errores, la Academia le invitó a realizar una revisión de la letra del Himno Nacional.
En este proyecto, el letrado encontró errores de forma y fondo, corrigiéndolos, pues la letra estaba ligada a lucha y sangre derramada por la batalla cubana, que no coincidía con la firma pacífica por la libertad de Guatemala. Este es el resultado: