Una delegación del equipo argentino San Lorenzo de Almagro llevó al Papa Francisco, gran seguidor del mismo, la Copa Libertadores que ganaron por primera vez en su historia ante Nacional de Paraguay.
Los responsables del club y muchos jugadores saludaron al Papa que levantó la gran copa plateada con las manos y recibió de los futbolistas varias camisetas con los colores rojo y azul del equipo, que fueron desplegadas delante de él.

Después, los jugadores se tomaron una foto de grupo con el Pontífice.
"Quiero saludar de manera especial a los Campeones de América, al equipo de San Lorenzo, que forman parte de mi identidad cultural", afirmó el pontífice de Buenos Aires.
La delegación del club argentino estaba sentada en un área privilegiada del Aula Pablo VI y formaban parte el entrenador, Edgardo Bauza, y los futbolistas Julio Buffarini y Juan Mercier, así como el presidente Matías Lammens y el vicepresidente, Marcelo Tinelli.