Para algunos que se creen medianamente inteligentes, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) es un calvario y para otros, un botín. Para mí, es una bendición.
¿Qué sería de los miles de pacientes que recibimos atención médica en esa entidad si estuviéramos condenados al colapsado sistema de salud de nuestro país?
Por experiencia propia puedo decir y agradecer a todo el personal de las diferentes clínicas, laboratorios y centros radiográficos a los que he sido transferido. Créanme: hacen su mejor esfuerzo.
Estuve hospitalizado y desde mi ingreso el personal administrativo cumplió con su misión de registro, hasta conducirme a la cama y sala correspondientes, según la especialidad.
Mi respeto y admiración para los y las encargadas de la limpieza, alimentación, enfermeros y enfermeras y a los médicos. Absolutamente todos son un verdadero ejemplo de solidaridad y amor al prójimo.
Me duele percibir que a propósito se está de dejando morir al IGSS. Los interesados en que esto suceda quieren hacernos creer que el IGSS no es funcional y que debemos buscar otra opción.
Exijo respeto para todo el personal del IGSS. No son ellos los responsables de que la atención sea lenta. Me consta la priorización que deben hacer por falta de infraestructura, insumos y salarios miserables. A pesar de todo esto, ellos sí hacen su trabajo honestamente y dando lo mejor para servirnos con profesionalismo y una sensibilidad humana que ya quisiera que todos tuviéramos.
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No hay que ser sabio para detectar qué se necesita cambiar para que el IGSS funcionara como todos quisiéramos. Señores empresarios, corporaciones municipales, ejecutivos y todos los que tengamos que pagar nuestras cuotas: hay que ponernos al día para que se construyan más clínicas y hospitales, se contrate personal y se atiendan más especialidades médicas en todo el país.
Urge descentralizar para evitar la recarga de demanda en la capital, que provoca que inescrupulosos culpen al personal de mal servicio.
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Señor Presidente, Señor Ministro de Finanzas y Señores Diputados: ustedes por ley están facultados para que del presupuesto general de la nación, se solicite y apruebe un porcentaje para que el Estado pague al IGSS la deuda que viene arrastrando desde hace muchos años y que está provocando la debacle que unos cuantos quieren aprovechar y que de ninguna manera justificaría que se afecte el bien común que constitucionalmente debe prevalecer.