Por la muerte de Melissa Palacios hay dos personas acusadas, una es María Fernanda Bonilla y la otra, Luis Marroquín.
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Melissa Palacios desapareció el 4 de julio de 2021, un día después su cuerpo fue encontrado con señales de violencia en Río Hondo, Zacapa.
Poco tiempo después, las autoridades capturaron a dos personas, a quienes acusaron de ser responsables del crimen.
La principal sospechosa, María Fernanda Bonilla, y a su guardespaldas, Luis Marroquín.
Ambos están en prisión preventiva.
Marroquín está acusado de colaborar con Bonilla para que cometiera el crimen, pero ha pasado desapercibido en las audiencias.
A diferencia de Bonilla, él no ha dado declaraciones, aunque es trasladado en situaciones similares, con chaleco antibalas y un fuerte dispositivo de seguridad.
Según la investigación, Marroquín encubrió a Bonilla.

Piden que pase a mayor riesgo
La Cámara Penal debe programar una audiencia para conocer los argumentos por los cuales la Fiscalía contra el delito de Femicidio y los querellantes, solicitan que el caso pase a un juzgado de Mayor Riesgo.
Esta audiencia aún no se ha fijado, pero será decisión de la Cámara Penal si el caso es conocido en la capital o si seguirá en Chiquimula.
La petición de la Fiscalía y los querellantes se debe a que inicialmente Bonilla y Marroquín fueron acusados de asesinato y fue un juez de Zacapa quien autorizó el cambio de delito en contra de los acusados, dejándolos un delito menor: homicidio en estado de emoción violenta.
Además, entre los argumentos está el alto impacto que ha generado el caso y por las veces que se ha observado que hombres fuertemente armados custodian a Bonilla.

Los indicios
La Fiscalía cuenta con varios indicios sobre el crimen en contra de Melissa Palacios.
Tiene mensajes de texto que Bonilla y Marroquín intercambiaron la noche previa al asesinato. En este, se lee que Bonilla asegura que la "matará a pijazos".
Aunque el juez de Zacapa, José Maximino Morales González, dijo que no era evidencia suficiente, ya que eran capturas de pantalla de conversaciones que no estaban completas y que se podían sacar de contexto.

Pero además, la Fiscalía cuenta con un testigo clave, así como audios que demostrarían la culpabilidad de los acusados.