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Meghan Markle y príncipe Harry le compraron su casa en Santa Bárbara, California, a un magnate ruso que tiene un oscuro pasado.
La exesposa del banquero que les vendió la mansión de 14 millones de dólares, ha criticado a la todavía Duquesa de Sussex por adquirir una propiedad a un hombre que fue denunciado por violencia doméstica.
Anna Fedoseeva, quien está involucrada en una amarga batalla judicial contra el multimillonario, Sergey Grishin, afirma que él es un “hombre peligroso”, que destruyó su vida. En los documentos judiciales, Fedoseeva relata que en una oportunidad amenazó con matarla con un arma a la cabeza y la golpeó en el rostro, partiéndole los dientes.
La mujer asegura que ella y su exsocia, Jennifer Sulkess, recibieron amenazas de muerte por parte de este hombre y, por lo tanto, exigen una indemnización.
Hablando desde Rusia con el tabloide británico The Sun, Fedoseeva dijo: "Meghan lucha por los derechos de las mujeres. Pero en mi caso, eso significa simplemente estar viva. No es prudente que se rodeen de él ni de nadie que está cerca de él”.
En tanto, la abogada de Fedoseeva, Ekaterina Dukhina, declaró al periódico: “Si no fuera por el error del agente de Meghan y Harry, el mundo no habría conocido las historias de Grishin. Anna y Jennifer no son las únicas que sufrieron”.
Fedoseeva, de 38 años, se casó con Grishin en marzo de 2017. Al principio, su vida era un “cuento de hadas”, pero 11 meses después se convirtió en una pesadilla y se separaron. Ella inició acciones legales acusándolo de amenazas de muerte. Grishin, por su parte, lo niega.
En su demanda presentada en Los Ángeles en octubre pasado, afirma que Grishin “les envió -a ella y a su socia- numerosas amenazas de muerte, imágenes violentas e imágenes pornográficas”. En 2018, supuestamente, invitó a Anna a un apartamento, sacó una pistola con silenciador, le dijo que la mataría y le ordenó que se desnudara".
Ambas mujeres lograron órdenes de restricción contra el exbanquero.
Por su parte, los abogados de Grishin indicaron que los cargos son falsos. “Es la desafortunada víctima de un fraude perpetrado por su exesposa. Se ha visto obligado a iniciar un proceso judicial contra ella. Cuando ese plan fraudulento falló, la señora Fedoseeva hizo una serie de acusaciones falsas y altamente difamatorias”, detallaron.
Meghan Markle y el príncipe Harry adquirieron en secreto la vivienda familiar en Santa Bárbara, a 140 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, donde viven desde julio.
También se supo que el príncipe Carlos ayudó con los fondos para pagarla, y que la pareja todavía debe devolver los millones de fondos públicos que gastaron para las renovaciones de su casa Frogmore Cottage, en los terrenos de Windsor, Inglaterra.
Ahora, su enorme mansión californiana está ubicada en Montecito y tiene nueve habitaciones, 16 baños, un anexo para huéspedes, pileta, cancha de tenis y jardín. Fue comprada por el matrimonio real el pasado 18 de junio, por 14 millones 650 mil dólares. Hace seis semanas que están viviendo en la propiedad donde esperan “privacidad” y donde quieren que Archie crezca “con una vida lo más normal posible”, de acuerdo a una fuente cercana a la pareja.
Meghan, Harry, y el pequeño Archie Harrison, de solo un año, tienen como vecinos a otras estrellas de Hollywood, como Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey. La zona parece estar de moda: la actriz Gwyneth Paltrow también está construyendo una casa allí.
La adquisición de la impactante residencia por parte de los duques de Sussex también llega en momentos en que salieron a la luz secretos de la vida de ambos cuando formaban parte de la poderosa familia real británica.
“Finding Freedom”, el explosivo libro escrito por Omid Scobie y Carolyn Durand, es un boom de ventas y revelaciones. Harry, de 35 años, y Meghan, de 39, aclararon que no fueron entrevistados para el libro y no contribuyeron a la historia de los autores, que proporciona un alto nivel de detalles personales y un relato dramático de los hechos que condujeron a que los Sussex se apartaran de la Familia Real.
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