¿Has pensado en irte al trabajo o a la universidad en bicicleta? Al hacerlo tu cuerpo te lo agradecería, y claro, tu bolsillo también.
Al montar en bicicleta permites que tus rodillas y demás articulaciones descansen, ya que no tienen que aguantar el peso del cuerpo, que recae principalmente sobre el asiento.
Cada vez más personas dejan de lado el auto para usar su bicicleta. Así, consiguen evitar el tráfico y hacer ejercicio. Si aún no te decides a hacer el gran cambio, presta atención a estas nueve razones para desplazarse en bicicleta.
Las razones
Mejora el estado de ánimo: está comprobado que las personas que usan la bicicleta experimentan mejoras en su estado de ánimo y podrían reducir su riesgo de padecer trastornos psicológicos. Esto se debe a que la actividad oxigena más el cerebro y permite pensar mejor. También, se segrega una hormona que genera una “adicción sana” al deporte.
Reduce el riesgo de infartos: al pedalear, el ritmo cardíaco va en aumento, mientras que la presión sanguínea decrece. Entonces, se da como resultado un corazón que trabaja economizado y se reducen considerablemente las posibilidades de tener colesterol alto o sufrir enfermedades cardíacas, la enfermedad arterial
Alivia dolores de espalda: ideal para aquellos que están en la oficina todo el día. Para desplazarse en bicicleta, es necesario inclinar el cuerpo hacia adelante para tomar el manubrio, por lo que los músculos de la espalda se tensan para poder estabilizar el tronco.
Puede ayudar a controlar y bajar los niveles del colesterol: según un estudio llevado a cabo en el año 2017, montar en bicicleta tiene este beneficio y se manifiesta solo sobre el LDL, también llamado ‘malo’. Por otra parte, el colesterol ‘bueno’ (HDL) aumenta, ya que los vasos sanguíneos quedan más saludables y flexibles.
Por esta misma razón, hay menos posibilidades de que se calcifiquen.
Genera endorfinas: estas conocidas “hormonas de la felicidad” se producen al desplazarse en bicicleta, al igual que cuando una persona hace ejercicio. Esto, según publicaciones científicas, influye de manera positiva en la capacidad de relajación, en la liberación del estrés y hasta en la resistencia al dolor posterior al ejercicio físico.
¿Ahuyenta infecciones?: según un estudio llevado a cabo por Laurie Hoffman-Goetz y Bente Klarlund Pedersen, el ejercicio, en general, influye a nuestro sistema inmune. De ahí que se pueda pensar que desplazarse en bicicleta moderadamente potencia el sistema inmunitario.
Protege las rodillas: a diferencia de lo que se piensa, el pedaleo en la bicicleta permite que las rodillas sufran menos, ya que el mayor peso del cuerpo recae sobre el asiento. Se dice que, de este modo, se reduce la pérdida de densidad ósea por la edad y se mantienen fuertes y resistentes los músculos. Sin embargo, esta creencia necesita ser estudiada con más profundidad.
Estiliza la figura: si bien son las piernas las que más trabajan, la bicicleta también ayuda a moldear la parte superior del cuerpo gracias al gasto calórico que promueve. Esto permite controlar el peso corporal y, además, prevenir enfermedades ligadas al sobrepeso.
Ofrece resultados en pocos minutos: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, toda persona adulta debe realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio de baja intensidad 0 75 de intensidad media o alta.
*Con información de mejorconsalud