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El multimillonario Johan Huibers construyó un arca de Noé con capacidad para unas 5 mil personas, aproximadamente.
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Johan Huibers cumplió su deseo de construir su propia arca de Noé luego de haber soñado que una parte de Holanda (su país de origen) quedaba devastado por una inundación.
Luego del sueño se puso manos a la obra, estudió a fondo la Biblia y así es cómo en 2012 abrió sus puertas el Johan’s Ark.
A diferencia del Arca de Noé, la misión principal no es salvar a los humanos y a los animales de una hipotética tragedia, sino salvarles del pecado. Porque Johan Huibers utiliza su réplica del Arca de Noé para difundir la palabra de Dios y transmitir el mensaje de la Biblia a los miles de curiosos que cada año se acercan a visitarle en Dordrecht (Holanda).
En el arca no faltan los animales, hay algunos vivos como loros y conejos, pero la mayoría son esculturas.
Las medidas del arca son de: 131 metros de largo por 23 metros de alto y 30 metros de ancho; 2,500 toneladas de peso y capacidad para unas 5,000 personas, para la construcción Huibers utilizó los mismos materiales que Noé combinados con otros más modernos.
En total se ha gastado unos 4 millones de euros que, unidos a los 1,500 millones de euros que invirtió en la primera réplica, nos hacen una idea de que el dinero no es ningún impedimento para él.
