La mujer logró recuperar el billete premiado gracias a los dueños de la tienda donde lo adquirió.
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Lea Rose Fiega, empleada en una compañía de seguros, tenía el hábito de comprar varias veces a la semana boletos rascables de lotería en la misma tienda de autoservicio Lucky Stop, ubicada en Southwick, Massachusetts.
“Tenía mucha prisa a la hora de la comida y lo rasqué muy rápido. Lo vi, no parecía ser ganador, así que lo entregué para que lo tiraran”, señala Fiega.
El boleto, que le había costado 30 dólares, se quedó tras el mostrador durante 10 días, hasta que el hijo del propietario encontró el boleto cuando revisaba la basura.
“Y vi que no habían raspado un número”, dijo Abhi Shah a la estación local WWLP-TV. “Lo raspé y apareció el premio de 1 millón de dólares”.
Pensó en comprarse un auto nuevo, una casa y hasta otra tienda de autoservicio.
Como Fiega es una clienta asidua, la familia supo de inmediato quién lo había comprado. Consultaron en familia y decidieron que lo mejor sería devolver el boleto ganador.
Shah fue a buscar a Fiega a su trabajo, ubicado cerca de la tienda.
“Llegó a mi oficina y dijo: ‘Mi mamá y papá quieren verte’”, comentó la mujer. “Le dije ‘estoy trabajando’, a lo que él respondió, ‘no, tienes que venir’. Así que fui y ahí fue cuando me dijeron. No lo podía creer. Lloré, los abracé”, agregó la feliz ganadora.
Fiega dijo que sobrevivir al Covid-19 en enero fue como “ganar la lotería”, así que se siente doblemente afortunada. “¿Quién hace eso? Son personas increíbles. Estoy más que bendecida”, comentó.
La tienda obtiene un bono de 10 mil dólares por parte de la comisión de la lotería estatal al vender el boleto ganador.
Fiega dijo que le dará a la familia un premio adicional. El resto lo ahorrará para el retiro.
*Con información de Telemundo