Consuelo Porras y una funcionaria nombrada por Bernardo Arévalo pasaron un momento incómodo.
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Este jueves, los integrantes del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, (Inacif), sostuvieron una reunión.
Al encuentro acudió Consuelo Porras, fiscal general, porque integra ese Consejo, así como otros funcionarios del Organismo Judicial, Ministerio de Gobernación, Instituto de la Defensa Pública Penal y del Instituto de la Víctima, en este último acudió la directora Ligia Hernández.
Los funcionarios sostuvieron la reunión y todo marchó normal, hasta el final de la misma cuando se solicitó la fotografía oficial del evento.
Porras y Hernández quedaron juntas en la fotografías, pero sus rostros denotaban incomodidad. Ambas salieron serias mientras el presidente del OJ, Óscar Cruz, salió sonriente.
Incómoda relación
Hernández, fue nombrada por Bernardo Arévalo en sustitución de Alejandra Carrillo, pero antes de llegar a ese puesto fungió como diputada del Movimiento Semilla.
Cuando era congresista, enfrentó un proceso de antejuicio promovido por el Ministerio Público de Porras, pues la acusaban de abuso de autoridad por haber citado a una reunión al fiscal Rafael Curruchiche.
Sin embargo, el antejuicio no prosperó.