Su esposo, Erick Barrondo, es la gran figura histórica del atletismo guatemalteco con su plata olímpica de 2012, pero ella ha demostrado con éxitos recientes que es también una de las mejores: Mirna Ortiz compite este domingo en los 20 kilómetros marcha del Mundial de Doha.
Erick pidió matrimonio a Mirna un año después de lograr su subcampeonato en los Juegos Olímpicos y, desde entonces, son una pareja prácticamente inseparable.Viven, entrenan y viajan juntos a las principales competiciones, y se comprenden a la perfección.
"Al final del día es más llevadero estar con una persona que te comprende, que lleva el mismo cansancio, la misma lejanía de nuestro país. Es más adaptable que si mi pareja no fuera atleta, sería un poco más complicado, más lioso", contó Mirna Ortiz a la AFP, en una entrevista en Doha, Catar.
"Lo llevamos muy bien. Nos comprendemos bastante bien y sabemos disfrutar de los buenos momentos. Y los malos, sufrirlos juntos", señala.
Hace menos de tres años, ambos empezaron juntos su trabajo en el sur de España, en Andalucía, con el exmarchista Paquillo Fernández, una vez subcampeón olímpico (2004) y tres veces subcampeón mundial (2003, 2005, 2007) en los 20 kilómetros marcha.
Barrondo no ha podido, por ahora, repetir los éxitos del inicio de su carrera.
En los Juegos Panamericanos de Lima-2019, ambos participaron en los 50 kilómetros marcha. Mientras él terminó abandonando, desfallecido y trasladado en sillas de ruedas, Mirna Ortiz pudo colgarse la medalla de plata en la prueba femenina.
En el Mundial de Doha, tanto Barrondo como Ortiz apuestan por los 20 kilómetros marcha, que en el caso de ella se disputan este domingo, apenas tres días después de haber llegado a Catar, sin mucho tiempo para aclimatarse a las difíciles condiciones de calor y humedad que va a encontrar en la prueba.
"El cuerpo no llega a sentir la adaptación. Las condiciones van a ser iguales para todas las atletas. Más que una competencia rápida va a ser una competencia estratégica, espero llevar una buena estrategia al final de la competición", señaló Mirna.
En el Top-10
"Después de los Juegos Panamericanos, ha sido un proceso más tranquilo para recuperarse de esos 50 kilómetros. Mis expectativas siempre son mejorar mis puestos, en el anterior Mundial en Londres (en 2017) fue un puesto once, así que quiero superarlo", explica la marchista de 32 años.
Mirna Ortiz tiene por lo tanto claro su objetivo: "Es el Top 10".
Su entrenador, Paquillo Fernández, también comparte esa opinión de que estar entre las diez primeras ya sería un gran éxito para su pupila.
"A Mirna la veo capacitada, a pesar de haber hecho un 50 hace mes y medio, con el machaque para las piernas que fue, para hacer su mejor puesto en un Mundial. Si está bien, puede estar entre las diez mejores", afirma el técnico español.
Tanto ella como Erick Barrondo, cuya prueba se disputa el viernes 4 de octubre, en el antepenúltimo día del Mundial, saben que Guatemala espera mucho de ellos en este evento.
"Para mí es un gusto representar a Guatemala, es un honor. Para nada es una presión. Nuestra población lo hace con cariño y sabiendo que podemos dar lo mejor de nosotros, que queremos corresponderle al país", sonríe.