Es común asociar la negación a bañarse, lavarse o limpiarse a etapas pasajeras de la niñez, a la rebeldía adolescente, o bien a personas de higiene escasa.
Sin embargo, existen casos serios y frecuentes en los que ese anormal y persistente temor a tomar una ducha resulta muy perjudicial y limitante para la vida de quien lo padece.
En esos casos, y cuando dura más de seis meses o continúa a lo largo de la vida, hablamos de ablutofobia.
- LOS FAMOSOS TAMBIÉN TIENEN FOBIAS:
Las investigaciones sugieren que es más común en mujeres y niños, y puede derivarse de un hecho traumático o de observar a otra persona que influye en el desarrollo del individuo en plena manifestación de pánico a la hora de asearse.
Identifica los síntomas
Si tienes ablutofobia, podrías enfrentar síntomas físicos y fisiológicos como náuseas, sudor, temor, temblores, dolor de cabeza o mareos. A veces se producen ataques de pánico, que pueden incluir falta de aliento, presión arterial alta y frecuencia cardíaca acelerada.
En cuanto a los síntomas psicológicos, estos incluyen ansiedad y angustia, miedo irracional, falta de concentración e incluso pensamientos de muerte, sin faltar los sentimientos de vergüenza frecuentes.

Pero no te preocupes porque existe tratamiento para superar esta fobia. La más usual es la terapia cognitivo conductual que utiliza diferentes técnicas, como la de relajación y las técnicas de exposición a las situaciones de baño o lavado.
*Con información de Psicología y Mente