En Guatemala han fallecido 12 niños por desnutrición, 9 han sido de Alta Verapaz.
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Meraly solo tenía 2 meses de haber nacido y literalmente murió entre vómitos y diarreas que le impidieron a su corazón seguir bombeando la sangre necesaria para vivir. Los síntomas incluyen debilidad, fatiga, mareos y desmayos.
Nació en la aldea Telemán, ubicada en el municipio de Panzós, en Alta Verapaz. Murió en el hospital de La Tinta, donde se apuntó como causa condicionante una neumonía no tratada adecuadamente y como causa básica un marasmo, el cual es un tipo de desnutrición causada por la deficiencia energética.
Según el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria (Siinsan), hasta el 12 de julio han registrado 14,691 niños con desnutrición aguda en todo el país, de ellos 12 han fallecido y 9 han sido en Alta Verapaz.
La desnutrición en Panzós
Misteriosamente el caso de Meraly no es el único en ese municipio. Leydi Gricelda, de 18 meses, es otra de las bebés que ha muerto, ella también residía en Telemán. Mientras que Carlos Eduardo, de 2 años, murió en el barrio El Centro, ambas localidades de Panzós.
"Los niños están muriendo. La desnutrición en el departamento está fuera de las manos y todas las ayudas se están politizando", lamentó Carlos Guillermo, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) en Alta Verapaz.
De acuerdo con un reporte del Área de Salud de ese departamento, al que Soy502 tuvo acceso, hasta el 15 de junio se habían reportado 793 casos de desnutrición aguda, la mayoría en Telemán, hogar de Meraly y Gricelda. La mayor parte de los casos son moderados, pero van en aumento.
La mayoría de los niños detectados están entre 1 y los 2 años de edad, quienes representan el 44% de los detectados, pero muchos no superan ni los 6 meses de haber nacido.
Sin ayuda
De acuerdo con el vicepresidente, Guillermo Castillo, hasta el momento se han reportado 14 niños fallecidos en todo el país, pero sólo 12 han sido confirmados que se debió a desnutrición, 9 de ellos fueron en Alta Verapaz.
"Acá nos azotaron las tormentas Eta e Iota y el hambre estacional empezó a afectar a algunas familias que viven en pobreza y extrema pobreza. Las lluvias nos han causado demasiados problemas, los cultivos se arruinaron, la gente va a comenzar a vender sus enseres, pero cuando se agoten esos recursos ¿qué van a hacer? La crisis se va a agudizar", dijo el auxiliar de la PDH.
Lo peor es que los alcaldes municipales "ya están en campaña" y se ha empezado a "politizar la ayuda", aseguró Guillermo, quien indicó que la burocracia también los ha afectado.
Jordán Rodas, procurador de los Derechos Humanos, viajó a Tactic, una de las zonas afectadas, donde, a pesar del hambre que vive la región, encontró 20 mil quintales de alimento complementario denominado Nutriniños en una bodega estatal.
Pero no fue lo único, toda la ayuda está pronta a vencer y recién se las llevaron. "Se las vinieron a dejar el 22 de junio y vence en agosto, esto es inaudito", criticó Rodas.
La ayuda corresponde a una firma de cooperación institucional entre el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el marco de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición.
"Es preocupante que uno de los departamentos más afectados por la desnutrición crónica de menores de cinco años, tenga alimentos fortificados guardados en una bodega y que están prontos a vencer", manifestó.
La promesa de Giammattei
Desde que estaba en campaña, el presidente Alejandro Giammattei prometió que se enfocaría en reducir la desnutrición en el país. Incluso, un mes después de asumir el cargo pidió a los empresarios y las entidades internacionales hacer una "cooperacha" para crear un Fondo por la Nutrición.
Meses después lanzó lo que llamó "La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición", porque "reducir la desnutrición debe de ser una prioridad nacional" y dijo que atendería a los niños desde el vientre de la madre.
Sin embargo, las cifras demuestran lo contrario, la desnutrición aguda y crónica se ha incrementado. De acuerdo con el Siisan, el último año antes que asumiera Giammattei, en la semana epidemiológica 23 se reportaban 7,032 casos; pero ahora hay más de 14,691, es decir hay 52.1% de niños más padeciendo este flagelo.
El vicepresidente Guillermo Castillo indicó que para este año se cuenta con unos Q5,200 millones y reconoció que hay una "baja ejecución" pero justificó que se debe a que hay varios pagos pendientes.
"La desnutrición es un problema de Estado, en donde principalmente el Gobierno es el que debe de generar recursos y acciones, pero con el apoyo de otros sectores. Espero que los presupuestos se fortalezcan en función de acciones estratégicas que permitan el combate a la desnutrición y en particular a los 117 municipios priorizados", manifestó.
Alta Verapaz, incluida Panzós, no están en el listado de los priorizados. El vicepresidente indicó que los recursos "son para todos" y que "hay dinero", pero "hay que gastarse con calidad. Es un crimen tener los recursos y no ejecutarlos y eso fue lo que pedí a todos los ministros", dijo.
Al final, Meraly se convirtió en un número más de burócratas que no ejecutan los recursos, bodegas llenas de alimentos casi por vencer y sin entregar, y políticos que buscan una reelección.