El protocolo real es bastante estricto, no sólo con los comportamientos de sus integrantes, también con el estilo. Meghan siempre ha tenido uno muy definido, le gustan los looks sobrios y elegantes, así que ahora que es duquesa de Sussex no debe tener mayor complicación a la hora de elegir cómo vestirse. Sin embargo, hay algunas prendas y actitudes de las que debió despedirse para siempre.
Meghan ya había hecho cambios fuertes antes de Harry, hay quienes indican que su nariz fue operada para que luzca más fina, sus dientes pasaron por el dentista para borrar la separación que tenía en su niñez, y algo muy llamativo es que decidió eliminar sus rizos y optó por una cabellera lisa.
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Debió abandonar el maquillaje llamativo, las uñas llamativas y los colores vivos.
Ahora luce más formal
Vimos a Meghan adaptar su estilo a la etiqueta de la realeza. La combinación de vestido y pantalón con chaqueta se considera aceptable para el protocolo real.
Ahora su estilo se basa en faldas largas, vestidos, aunque entallados, debajo de la rodilla. Le dijo adiós a los estampados, al pelo alborotado, al maquillaje exagerado.
La vemos mucho más sobria y casi siempre portando color blanco. Ha tenido que incluir las medias en su guardarropa e incluso sus poses son totalmente diferentes.
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