El pasado 20 de enero, Luz María del Rocío López salió como todas las mañanas hacia su trabajo en el Ministerio Público, con sede en la zona 2 capitallina. Se despidió de su hija de un año y medio, a quien vio por última vez, sin saberlo. Su esposo la llevaría al trabajo, como ocurría a diario.
Sin embargo, la tranquilidad de la familia se interrumpió en horas de la tarde cuando el esposo informó que había ido a traer a Luz María a su trabajo, pero ella supuestamente nunca apareció. Según él, preguntó a los guardias si la habían visto y le respondieron que no.
En horas de la noche, la familia activó la alerta Isabel-Claudina, con la esperanza de que Luz María diera una señal de vida, no obstante, eso no sucedió y la angustia se apoderaba de sus familiares, amigos y conocidos, que se volcaron a las redes sociales para pedir la ayuda de los guatemaltecos.
Un día después, Luz María aún no había sido localizada y el temor entre la familia se hacía más intenso.
Hallazgo
Fue la tarde del viernes 22 de enero, cuando trabajadores de una cuadrilla de Limpia y Verde de la Municipalidad de Guatemala hicieron un terrible hallazgo mientras se disponían a hacer la limpieza de tragantes en la zona 2.
Cuando destaparon una de las alcantarillas en la 6 calle final y avenida Simeón Cañas, los trabajadores se encontraron el cuerpo de una persona envuelta en una plástico, por lo que avisaron a los bomberos Municipales y, en cuestión de minutos, se acordonó el área con la presencia de agentes de la Policía Nacional Civil y peritos del Ministerio Público (MP).
Horas después, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) informó que se trataba de los restos de Luz María del Rocío López Morales.
La familia confirmó la noticia más impactante que ha recibido. Y, la madrugada del sábado 23 de enero, la Policía Nacional Civil (PNC) detuvo a Jorge Rafael Zea Mejía, esposo de Luz María, quien podría estar involucrado en el asesinato.
Luz María fue enterrada la mañana del domingo 24 de enero. Ese día, su familia también acudió a la Plaza Central donde se realizaba una protesta por el asesinato que conmocionó al país. Luego, recorrieron las calles hasta llegar al lugar donde fue localizada sin vida para llevar una ofrenda floral en su memoria, y para exigir justicia por feminicidio.
“No se queden calladas, pidan ayuda donde sea, no se dejen que las maten. Madres: tengan confianza a sus hijos, que les digan qué les pasa, no dejen que se las quiten”, expresó Marta de Vásquez, abuela de la víctima, en el acto póstumo en la avenida Simeón Cañas.
Por su parte, la madre de Luz María reveló que la joven abogada tuvo intenciones de renunciar de su trabajo por los casos de violencia contra menores de edad que debía procesar, lo que le generaba daño psicológico, pero ella debía ayudarlos para lograr justicia.
Además, reveló que vecinos de su hija contaron que, en ocasiones, se escuchaban las discusiones que Luz María y su esposo sostenían, pero que tenían miedo de intervenir.
En una grabación que la madre dice haber recibido, se escucha que “mi hija pide auxilio y nadie lo hizo. Mi nieta tiene año y medio. Mi hija grita varias veces y pide auxilio, cuando mi hija deja de gritar, mi nieta llora más. Escuché eso y para mí fue un horror”, aseguró la mujer.
El proceso legal
Un juez de turno ligó a proceso a Jorge Rafael Zea Mejía, esposo de Luz María, por considerar que hay indicios de su participación en el crimen. El hombre se encuentra en prisión preventiva.
A principios de febrero, el Ministerio Público realizó pruebas de luminol en varios inmuebles para ubicar la escena del crimen.
Con la prueba de luminol, los fiscales pretenden detectar la presencia de sangre y compararla con el ADN de Luz María, y determinar el lugar donde fue asesinada y quemada.
Mientras tanto, la familia realizará un plantó el próximo 28 de febrero, frente al Ministerio Público, con el fin de exigir avances en la investigación para que se condene al autor del crimen y hacer justicia en memoria de Luz María.
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