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Una relación de excesos fue el común denominador entre ellos, pero una lucha por ver quién era el más famoso de los dos los condujo a un callejón sin salida en medio de un enfrentamiento que marcó el final.
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La tercera y última temporada de la serie sobre el cantante mexicano aborda la relación sentimental entre él y Mariah Carey. Se sabe que Luis Miguel tuvo muchos romances, pero hubo uno que lo marcó para siempre y fue con Mariah con la que tuvo una relación con muchos altibajos, pasión y un conflicto de egos inconmensurable.
El vínculo entre ambos surgió de manera casual en una cena en Aspen, donde Mariah iba a comprar una propiedad. Parte de la serie de Netlix está inspirada en la autobiografía de la cantante, The Meaning of Mariah (el significado de Mariah), donde le dedica un capítulo a Luis Miguel: “The Latin Elvis”.
Ella relata cómo le llamó la atención la cantidad de alcohol que consumía el músico, pero eso no la sedujo, fue un collar de diamantes de Bvlgari y un piano rojo con el que ella soñaba desde niña. Después recibe el lujoso regalo de un brazalete de diamantes de Van Cleef & Arpel, que luego Julia Roberts luciría en una entrega de los Óscar.
Pero los roces entre Luis Miguel y Mariah no tardarían en aparecer, pues una lucha por ver quién era el más famoso de los dos los condujo a un callejón sin salida en medio de un enfrentamiento sin destino final.
El evento del disco que iban a grabar juntos quedaría trunco porque el cantante no disfrutó de los arreglos propuestos por Mariah, y su masculinidad se vería afectada por una serie de prejuicios con los que Luis Miguel había crecido.
Carey lo conecta con un productor de Hollywood para que protagonice la película El Zorro junto a Anthony Hopkins y Catherine Zeta-Jones, pero Luis Miguel declina la propuesta por problemas de agenda, y el personaje pasa al español Antonio Banderas. Esta decisión se convertiría en otro de los álgidos problemas entre ellos, así como los celos obsesivos de Luis Miguel.
Solo tres años duró la relación y Mariah quedó devastada y se internó en una clínica para recuperarse de la depresión y los sentimientos que le generó la ruptura. Ella actualmente sostiene una relación con Bryan Tanaka, a quien le lleva 13 años.
