Es el hombre que siempre viste de negro. Su religión es el Cholismo cuya máxima es: "El esfuerzo no se administra", el fiel reflejo de lo que ha sido su Atlético de Madrid dentro del terreno de juego en los últimos años.
Él es Diego Pablo Simeone, el técnico que ha regresado el protagonismo al equipo rojiblanco y que de alguna u otra forma, tiene todas las similitudes de estilo, garra y temperamento, que a más de uno le hacen pensar que es un “Mourinho en potencia”.
En esta Champions se impuso y logró frenar a dos de las ofensivas más simbólicas de Europa: El Barcelona de Messi, Neymar y Suárez y al Bayern de Guardiola, Lewandowski y Thomas Müller.
Se le conoce como el “Cholo”, un apodo que automáticamente nos refiere a la garra, coraje y personalidad de Simeone, pero ¿cuál es el origen de este apodo?
Corría la década de los sesenta cuando en Vélez, y posteriormente Boca Juniors, surgió un jugador llamado Carmelo Simeone, quién según contaba, su señora madre le llamaba de cariño “Cholo” o “Cholito” porque el nombre de Carmelo nunca terminó por gustarle.
Curiosamente, este apodo correspondería también a un insulto creado por criollos hispanos del siglo XVI para ofender a los mestizos; pero con el paso del tiempo, algunos países sudamericanos terminaron por adoptar el término dentro de su vocabulario coloquial, sin tintes ofensivos.
El Cholo llegó a disputar el Mundial de 1966 con la selección argentina, y según cuentan los cronistas de la época, era un jugador empeñoso y aguerrido, sin lugar a dudas dos características que terminarían por definir también el estilo de juego de otro jugador que surgiría, dos décadas después, también de las básicas de Vélez: Diego Pablo Simeone.
La similitud de apellidos y estilo de juego, le otorgaron a este joven el apodo del “Cholito” quién con el paso de los años, se convirtió en el “Cholo”, un fiero mediocampista polifuncional, seleccionado con la selección argentina en los mundiales de Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea-Japón 2002.
Como técnico, salvó del descenso a Racing, para luego coronarse en el fútbol argentino con Estudiantes y River Plate. Tuvo un breve paso con San Lorenzo, antes de probar suerte en el Calcio, en donde salvó del descenso al Catania.
Regresó a Argentina para tener una segunda etapa con Racing en la que terminó como subcampeón, y luego llegó al rescate de un Atlético de Madrid que navegaba entre las penurias provocadas por Gregorio Manzano.
En cinco años con el Atlético, Simeone lo ha ganado casi todo; en el 2012 ganó la UEFA Europa League y la Supercopa de Europa, en el 2013 conquistaría la Liga del Rey y en el 2014 rompería con el duopolio de Real Madrid y Barcelona al ganar la Liga Española y la Súper Copa de España. Pero aún le queda una copa pendiente de levantar, la de la Liga de Campeones de Europa.
*Tomado de www.sopitas.com