Si te gusta la aventura y quieres visitar nuevos destinos, el volcán y laguna de Chicabal puede ser ese lugar que estabas buscando.
El sitio se encuentra en el municipio de San Martín Sacatepéquez, a unos 30 minutos de la cabecera departamental de Quetzaltenango, y es uno de los mejor cuidados.
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— Soy 502 (@soy_502) 24 de marzo de 2017
“Es uno de los lugares más visitados por muchas personas, principalmente para la realización de ceremonias mayas y otras de carácter católico o evangélico. Es un volcán pequeño, pero las personas disfrutan al llegar a la laguna que está en el cráter”, explica Oliverio Guerrero, guía certificado por el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).
La experiencia está llena de aventura, ya que los visitantes pueden llegar en automóvil hasta un parqueo que administra la Asociación de Agricultores Ecológicos de la Laguna de Cichabal. Esta entidad tiene a su cargo el espacio en cuestión y cobra la entrada a los visitantes nacionales y extranjeros. Pregunta a los lugareños la vía para llegar, pues debido a las calles estrechas, el conductor puede confundirse.
Los niños pagan 5 quetzales; adultos, 15; internacionales, 50; y también puedes acampar pagando 15 quetzales más.
En el parqueo puedes optar por tomar un torito, un carro todoterreno que te lleva a la Laguna Seca. Ahí debes pagar para ingresar al parque natural que tiene un trayecto de unos dos kilómetros hacia el mirador.
Puedes continuar en el vehículo o, si tienes más resistencia, caminar a un buen ritmo y llegar entre 30 y 45 minutos, dependiendo de tu condición física. Al llegar al mirador, te asombrarás con la belleza de la laguna de Chicabal.
Si quieres estar más cerca de este cuerpo de agua, puedes descender por un sendero que cuenta con una aproximado de 550 gradas hasta llegar al centro del volcán. Camina despacio para que al llegar al cuerpo de agua no sufras calambres debido al esfuerzo físico.
En el lugar podrás observar varios altares que las personas ponen a la orilla para hacer distintos agradecimientos. Si tienes suerte, podrás observar alguna ceremonia. Las personas no se molestan, pero debes respetar el espacio donde realizan la ofrenda.
Debido a que es un sitio sagrado, son pocas las personas que se meten al agua, además porque es demasiado fría y podrías sufrir hipotermia en cuestión de minutos.
La visita no te toma más de cuatro horas, por lo que podrías llegar cerca de las ocho de la mañana y regresar satisfecho a la hora del almuerzo por haber participado en esta aventura, haciendo que el cansancio se olvide al menos por un buen tiempo.
Ya que es un sitio muy importante para la comunidad, los administradores sugieren a los visitantes no tirar la basura en el sendero. Es mejor regresar las botellas en una bolsa y así contribuir con el cuidado del área.