Según el Reporte de la Música Digital 2013 de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) 2012 fue el “primer año en que se registró un crecimiento en la industria musical desde 1999”. Dicho reporte también consignó un incremento en las ganancias digitales globales del 9% y servicios digitales licenciados operando en más de 100 mercados, lo cual un año antes solo llegaba a 23 países.

¿Cada vez es más popular la música digital? Sí. ¿Cómo se consume más, por descarga o por suscripción (streaming)? Según el reporte de la IFPI, por el momento las tiendas que ofrecen descargas legítimas como iTunes y servicios de Google, Amazon y Microsoft representan cerca del 70% de las ganancias digitales globales. Sin embargo, los expertos también notan un alza sensible en la adopción de servicios por suscripción. Solo en 2012 éstos se incrementaron en un 44% hasta alcanzar más de 20 millones de usuario globales, señala la IFPI.
Compra versus streaming
Para empezar la compra implica la descarga/propiedad (limitada) sobre una (desde US$1.29) o un grupo pistas musicales (desde US$4.99) que por un precio establecido se puede descargar a una computadora o dispositivo portátil y que además está sujeto a disponibilidad en mercados específicos. Guatemala, no es una primera opción entre dichos mercados, aunque sí se cuenta con un catálogo de aceptable actualidad.
Por otro lado, los servicios de streaming (descarga continua) no conllevan una propiedad sobre las pistas sino más bien el derecho a acceder a un catálogo virtual, por lo general, desde diferentes dispositivos y a un precio promedio de US$9.99 al mes. Hoy día el líder mundial en esta línea es Spotify, seguido en ciertos mercados como EE.UU. por Google Music, Rdio, Pandora, Slacker y Rhapsody, entre otros. En mercados como el nuestro es relevante hablar también de Deezer (desde US$3.49 al mes directo solo vía web o asociado a un plan de datos de Tigo) y Grooveshark (US$5).
Todos estos servicios ofrecen versiones gratuitas con anuncios y acceso limitado a cierto número de horas al mes y en plataformas específicas. Sus versiones premium eliminan la publicidad y por lo general brindan acceso ilimitado en tiempo y plataformas.

¿Qué usar?
Hace algunos años me inicié con Grooveshark, su catálogo (a mi gusto) parecía más que suficiente aunque creo que lo sub utilicé. Uso Deezer desde que se hizo disponible en Guatemala junto con mi plan de datos de Tigo. Recientemente he evaluado suscribirme a Spotify pero el catálogo que usualmente escucho aún no logra superar el de Deezer, al menos lo disponible localmente.
¿Cuál es mejor o peor? Todo depende de las exigencias y gustos musicales de cada usuario. Spotify parece ofrecer mezclas y pistas más recientes, Grooveshark luce incluso un poco más atrevido para experimentar con nuevos géneros musicales y para los que “oyen siempre la misma música” como bien lo expuso @mirandapablo, Deezer basta.