La guatemalteca Karen María Solórzano creó bioplástico a partir de plantas que invaden el lago Atitlán.
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A través de una investigación de su autoría, la guatemalteca Karen María Solórzano logró la realización de plástico biodegradable cuya materia prima es la Hydrilla verticillata que invade el lago Atitlán.
Soy502 conversó con la científica guatemalteca para que compartiera un poco acerca de su investigación, importante para salvar los mantos acuíferos del país y el mundo ante la crisis climática.
Karen tiene el cierre de pénsum de la carrera de Licenciatura Química en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Su trabajo fue realizado en su Ejercicio de Práctica Supervisada –EPS– en el Departamento de Investigación y Calidad Ambiental (DICA) de la AMSCLAE, como parte de la priorización de proyecto de la institución.
Acerca de su vocación por la profesión dijo:
"La Química me empezó a llamar la atención desde el colegio. Me parecía una clase bastante complicada; pero, cuando empecé a profundizar y a leer más acerca de esta ciencia, me di cuenta que todo lo que nos rodea tiene que ver con ella. Empecé a realizar experimentos sencillos en el laboratorio y quería saber más del por qué de las cosas: de qué están hechos algunos materiales, las fórmulas y cómo se realizan. También es una ciencia que abarca bastantes campos como la biología, la medicina, la física y la matemática. Prácticamente es una carrera que ayuda a comprender mejor el mundo".
Con su producto, Solórzano da dos soluciones al problema del cambio climático: un plástico amigable con el ambiente y qué hacer con la planta que está afectando seriamente al lago de Atitlán.
"La Hydrilla verticillata es una planta acuática comúnmente conocida como 'pashte', que destruye los hábitats de peces y reduce la biodiversidad. Se ha buscado un uso para el exceso que se extrae del lago, por ello, el bioplástico es una gran opción".
"Apareció por primera vez en el lago de Izabal y se extendió al de Atiltán. Es una planta invasora que presenta mayor extensión y densidad en esta zona del suroeste de Guatemala", explicó.
Para este estudio Karen se mudó por 6 meses al área y contó que la investigación le tomó 3 meses.
"Se han realizado algunas jornadas de limpieza y extracción, porque el exceso de la planta es perjudicial para el lago; por eso se busca que sea controlada", afirmó.
"Por la manera acelerada en que reproduce es indispensable buscar alternativas. Los bioplásticos reducen la huella de carbono y disminuyen los desechos no biodegradables que contaminan".
Acerca del resultado de su trabajo, la guatemalteca expresó su sentir:
"Es satisfactorio ver que se puede obtener algo positivo de una planta que afecta el lugar y se espera que no solo sea esto, que se puedan realizar más actividades o investigaciones para mejorar las condiciones del lago".
Acerca del futuro de este proyecto y de si ve viable su producción masiva contó:
"El siguiente paso es seguir investigando para mejorar la técnica y determinar qué uso se le puede dar al bioplástico".
Karen María aconsejó a quienes quieran ser químicos o deseen adentrarse a otras áreas de la ciencia:
"Sean curiosos. Busquen las respuestas a toda pregunta que tengan. Sean capaces de ser autodidactas, de leer e investigar lo que les guste acerca de la ciencia, no le tengan miedo porque cuando uno se lo propone se puede lograr comprenderla y alcanzar las metas, y lo que la hace más bonita es su trabajo de laboratorio, donde se pueden imaginar diferentes experimentos".
Hydrilla es un género monotípico de plantas acuáticas de la familia Hydrocharitaceae. Su única especie, Hydrilla verticillata, es originaria del este de Europa, Asia, Uganda, al norte de Zambia.