Eduardo Cojulún, juez undécimo de Primera Instancia Penal, decidió realizar una audiencia en pleno sótano de la Torre de Tribunales y no en la sala donde las celebra comúnmente.
¿La razón? Los sindicados en un caso a cargo del juez no fueron llevados hasta el tercer piso del edificio debido a la falta de custodios del Sistema Penitenciario.
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Se trata de Franklin Tzum, Ervin Mérida, Henri Aguilar y Romel Gómez, quienes el 12 de enero de este año, en un allanamiento en el que se buscaba desarticular a una grupo dedicado al narcomenudeo, fueron encontrados mientras consumían drogas.
El juez decidió bajar hasta el sótano de la Torre de Tribunales para agilizar el proceso, pues de lo contrario los reos tendría que regresar a prisión sin que se realizara la audiencia.
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En este expediente judicial también están implicadas Sara González, Kenia Romero y Ana Canté, quienes sí fueron atendidas en la sala de audiencias de la judicatura porque contaban con los custodios necesarios para acompañarlas.
La audiencia que celebró el juez fue la de ofrecimiento de pruebas, la etapa previa al juicio que llevará a cabo el Tribunal Quinto de Sentencia contra estos siete sindicados el próximo 22 de mayo.
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