El joven padre falleció a causa de un tumor cerebral, pero el diagnóstico que los médicos le habían dado era totalmente distinto.
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La historia de un joven padre que murió a causa de un tumor cerebral ha consternado a la comunidad de Reino Unido, por cómo ocurrió todo.
Josh Warner comenzó con fuertes dolores de cabeza, por lo que acudió al hospital para hacerse una tomografía computarizada. Sin embargo, los médicos descartaron algo en su cabeza y le diagnosticaron apendicitis.
Esto, a pesar de que el hombre no se quejaba de dolores abdominales. Aún así, fue internado en cirugía para someterse a una extirpación de apéndice, pero al volver a casa siguió con molestias.
Ante ello, el joven que se dedicaba a la carpintería acudió nuevamente a un hospital en donde le hicieron otra tomografía. Esta vez, el escáner marcó una anomalía, pero los médicos dijeron que era un "error" y lo dieron de alta.
Fatal final
No fue hasta que Warner se desvaneció en el baño de la casa de sus abuelos, que lo llevaron de emergencia a otro hospital en Reino Unido. Finalmente, los profesionales le dijeron que tenían un tumor cerebral que abarcaba desde el lado derecho del cerebro hasta su tronco encefálico.
El joven padre fue trasladado al departamento de oncología y el 5 de septiembre le diagnosticaron glioma de línea media, un cáncer cerebral agresivo que le daba una esperanza de vida de menos de un año.
Y aunque los doctores le dijeron que viviría tres meses más, tan solo doce días después del diagnóstico, falleció. Josh Warner era padre de un niño de cuatro años y ahora su familia busca presentar una demanda contra el hospital que rechazó repetidas veces al joven.
*Con información de Daily Mail y New York Post
