El adolescente prefirió huir de su casa antes que contar que había sido víctima de violación. Tres años después, ahora con 16 años, el joven denunció a su agresor: Pedro Pérez Solórzano, su vecino de 49 años, fue capturado el pasado viernes.
Pérez habría violado en tres ocasiones al menor cuando tenía 13 años. El joven no quiso hablar sobre estos abusos, se aisló y su madre recuerda que se volvió "rebelde".
En 2015 se escapó de su casa y la Procuraduría General de la Nación (PGN) investigó el caso. El adolescente dijo que había huido de su vivienda porque no quería vivir con su madre y su padrastro. Así que permitieron que viviera con su abuela y luego con su padre.
Pero el año pasado regresó a vivir con su madre a la colonia Bethania en la zona 7 de la capital. Su agresor seguía allí, cada día lo veía acercándose a otros adolescentes. El joven decidió contarle a su madre y en octubre denunciaron a Pérez.
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Pérez empezó primero con agresiones: lo tocaba sin su consentimiento. El joven relató que cuando iba caminando en la calle, el hombre se le acercaba y lo "nalgueaba". Luego, le decía: "Solo es un juego, así juegan los futbolistas para celebrar un gol. ¿No has visto?".
Con estas excusas, se fue acercando a su víctima hasta que un día lo invitó "a jugar fútbol" a su casa y abusó de él.
En su primera declaración, el menor dijo que el hombre lo violó una sola vez. Pero al practicarle los exámenes forenses, determinaron que su esfínter presentaba un daño mayor, que no pudo ser producido en una sola violación. El joven confesó que había sido abusado en tres ocasiones.
El menor contó que Pérez se acercaba a otros menores en su comunidad con las mismas tácticas. De momento, ningún otro adolescente lo ha denunciado.
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Miedo y vergüenza retrasa la denuncia
La fiscal a cargo del caso, dice que los jóvenes sienten pena al denunciar: "Pasaron tres años, hasta que el joven se sintió más fuerte para hablar de lo sucedido. Muchas veces no tienen confianza con los padres ni con los amigos. En lugar de apoyo reciben burlas y por eso no denuncian".
El Ministerio Público, a través de la Fiscalía de la Niñez y Adolescencia, ha brindado medidas de protección y ayuda psicológica al menor. Sus padres han decidido mudarse de la colonia para que el menor no tenga que ver la casa en la cual sufrió abusos.
El pasado viernes, las autoridades también realizaron un allanamiento con el objetivo de hacer un registro y documentación fotográfica de la vivienda de Pérez.
El caso será conocido por el Juzgado de Turno de Primera Instancia Penal de Delitos de Femicidio y Otras formas de Violencia contra la Mujer debido a que es el órgano especializado en conocer este tipo de delitos. Pérez podría recibir una pena de ocho a catorce años de cárcel.
