El Congreso de la República avanza en el proceso para cambiar el régimen tributario del país, mediante la derogatoria del ISO.
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A partir del próximo año, un impuesto que pagan diferentes empresas en el país podría empezar a disminuir.
El pleno del Congreso conoció en primera lectura la iniciativa 5777, la cual plantea eliminar de manera paulatina el Impuesto de Solidaridad (ISO). Así, la propuesta comienza el proceso para convertirse en ley.
El mecanismo sugerido es disminuir gradualmente el pago de ese tributo, cuyo tipo impositivo actualmente es del 1% anual, para que se aplique desde el próximo año de la siguiente manera:
- 0.75 % en 2025
- 0.50% en 2026
- 0.25% en 2027
En el dictamen que emitió la Comisión de Economía del Legislativo se indica que para 2028 ningún contribuyente debería estar afecto a ese impuesto.

Hay oposición
El proyecto de ley avanza en el parlamento, a pesar de que la Superintendencia de Adminsitración Tributaria (SAT) ha hecho ver el impacto que tiene el ISO en el cumplimiento de la meta de recaudación.
Según las estimaciones del ente, eliminar esa obligación representaría al Fisco dejar de percibir Q3,735 millones al año, y otros Q11,000 millones acumulados por el efecto de acreditamiento al Impuesto sobre la Renta (ISR).
Empero, diputados que impulsan la ley consideran que el tributo ya no tiene razón de ser, debido a que "nació dentro de un proceso de modernización del ISR y otras medidas cuya naturaleza era fortalecer la recaudación fiscal, lo cual ya se logró".
Además, recordaron que este impuesto se creó con carácter de temporal, pero se convirtió en permanente.

¿A quiénes beneficia?
El Impuesto de Solidaridad lo pagan empresas que realizan actividades mercantiles o agropecuarias, una vez obtengan un margen bruto superior al cuatro por ciento de sus ingresos brutos.
Además, se cancela como anticipo al ISR, existan o no utilidades en los negocios. Por ello, algunos congresistas consideran que su vigencia implica una doble tributación, afectando el patrimonio de los contribuyentes.
Según la SAT, son unas 3,050 empresas las que actualmente pagan ese impuesto, pues cada una genera por lo menos Q500 en ventas cada año.
