“Todo lo que hacíamos era esperar un año”, dijo la prometida del ahora fallecido, víctima de Covid-19.
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Michael Freedy no se oponía a la vacunación, contó su prometida, pero al igual que muchos estadounidenses aún no se había vacunado contra el coronavirus.
Según relata Jessica DuPreez, el hombre de 39 años solo quería esperar y saber más sobre cómo reaccionaba la gente a las vacunas.
“Todo lo que hacíamos era esperar un año”, relató a The Washington Post el fin de semana.
Pero este fin de semana, la madre de cinco niños de Las Vegas concedió varias entrevistas para difundir el mismo mensaje: “Ponte la vacuna”.
Reveló que Freedy llegó a la misma conclusión en un último mensaje de texto mientras luchaba contra el Covid-19 en una sala de cuidados intensivos en julio.
“Debería haberme dado la maldita vacuna”, le escribió a DuPreez, según una foto que compartió con The Post.
Los niños se quedaron sin papá
“Mis hijos ya no tienen papá porque dudamos”, dijo en CNN. “Hubiese preferido una mala reacción a la vacuna a tener que enterrar a mi marido. Lo haría sin dudarlo”.
La variante delta del coronavirus, altamente transmisible, ha dado una nueva urgencia a los esfuerzos de vacunación en Estados Unidos, con algunos hospitales llenos de nuevo y funcionarios de salud advirtiendo que “la guerra ha cambiado”.
Las loterías multimillonarias, la divulgación y las súplicas de los médicos no han logrado convencer a millones de estadounidenses, lo que ha empujado a los gobiernos y a los empresarios a recurrir cada vez más a los mandatos para sus trabajadores.
Menos de la mitad del país está totalmente vacunado, y el 45 por ciento de la población está inoculada en Nevada, el estado natal de Freedy y DuPreez.