Alejandra Ico Chub, una mujer de 32 años y madre de tres niños, murió cuando Mario Tut Ical, su pareja, la asesinara de una manera horrenda.
Era de noche, todo transcurría normal, cuando gritos desgarradores irrumpieron el silencio. Nadie sabía lo que ocurría. Los vecinos alarmados buscaban de dónde provenían los gritos de auxilio. De pronto, observaron una sombra oscura dejar la vivienda de Alejandra.
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Alterados salieron corriendo a la humilde vivienda de la mujer. Cuando entraron se encontraron con una escena como sacada de una película de terror. Había sangre por todos lados. Y a pesar de las evidencias de violencia desenfrenada, Alejandra estaba acostada en su cama, aún viva.
Su pareja, le cortó las manos y le partió el rostro con un machete. Ella en sus últimos intentos por vivir se quejaba del dolor. Movía sus piernas, y con la cabeza y los ojos trataba de decir algo. Todo quedó grabado en un video que tomaron los vecinos de Alejandra y que se viralizó en las redes sociales. En él se escucha a una mujer que llora de manera desgarradora al ver a la víctima.
El macabro hecho ocurrió el pasado lunes 29, en la aldea La Isla del Norte en San Miguel, que se localiza a 45 minutos de la cabecera municipal de Chisec, Alta Verapaz, por lo que la ayuda de socorristas era casi imposible. Según vecinos, Alejandra agonizó por más de 30 minutos, sin que nadie pudiera hacer algo para ayudarla.
La madre trabajadora
Alejandra era una mujer luchadora. Madre soltera de tres niños que ahora quedarán en la orfandad. Se dedicaba a los trabajos domésticos y era muy sonriente, recordaron varios de sus vecinos.
Era nieta de una mujer víctima de la violencia intrafamiliar a quien el abuelo, incluso llegó a golpear cuando estaba embarazada. A pesar de las críticas y condenas familiares, la abuela de Alejandra, Juana, tomó el valor un día y huyó con sus 5 hijos. Pero Alejandra no corrió con la misma suerte.
Entre lágrimas y desconsuelo, María Ico ha comentado a los medios locales que se hará cargo de los hijos de su hermana. Sin embargo, reconoció que teme por el futuro, por lo que ha pedido apoyo para honrar a su hermana y sostener a sus sobrinos.
Capturado
Durante casi cuatro días el asesino estuvo prófugo. Sin embargo, fue capturado este jueves en la aldea Las Muñecas, Ixcán, Quiché, cuando trataba de huir con rumbo a México.
Con voz fría y sin ningún remordimiento Tut Ical confesó el crimen y trató de justificarlo culpando a Alejandra de infidelidad. Según el hombre su pareja había indicado que iría a casa de su hermana a ver televisión, pero supuestamente la vio bajar de un camión. "Yo estaba bravo", manifestó.
También trató de culpar a Alejandra asegurando que ella lo celaba con una vecina a quien él debía inyectar de manera constante. El hombre aseguró que no consume bebidas alcohólicas ni drogas y que lo hizo cegado por los celos.
Luego de ser capturado, Tut Ical fue llevado a los tribunales de justicia donde iniciará un proceso legal por femicidio. Según las penas establecidas en la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, las penas por este delito van de 25 a 50 años de prisión y no se goza de ninguna medida sustitutiva.
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