Guatemala ha sido uno de los últimos países en pronunciarse ante la represión del Gobierno nicaragüense contra estudiantes y miembros de la sociedad civil.
A pesar de ser uno de los territorios más cercanos geográficamente, la respuesta ha llegado después de otros, como Costa Rica y Panamá, que reaccionaron inmediatamente ante el ataque a la Iglesia Divina Misericordia de Managua en la que se atrincheraban unos 200 estudiantes, de los cuales murieron dos.
En las últimas horas, la sociedad guatemalteca clamó por una reacción oficial; aun así, el viceministro de Exteriores, Pablo García, descartó que el pronunciamiento llegara tarde.
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"No nos hemos tardado en el pronunciamiento sobre el caso de Nicaragua. Se ha tratado a nivel regional. Se ha hecho claro el pronunciamiento en cuanto a las violaciones de derechos humanos", justificó ante los medios.
Unas horas después de Guatemala, la cancillería hondureña emitió un comunicado oficial en el que también se condenó la represión.
Rechazo internacional
Además de Costa Rica y Panamá, otros países rechazaron las acciones de las fuerzas de seguridad en Managua. Entre ellos aparecen Brasil, Ecuador, México, Francia o España.
Esperando a El Salvador
Por su parte, El Salvador aún no condena los ataques contra civiles.
A mediados de mayo, el Gobierno se pronunció por el diálogo, pero no lamentó las muertes. En las últimas semanas, diferentes colectivos le han exigido al Gobierno de Salvador Sánchez Cerén un pronunciamiento