En medio de lágrimas y tristeza fue recibido esta mañana el cuerpo de Francisco Gilberto Ramos Juárez, de 11 años; el padre de “Panchito”, acompañado de sus hermanos llegó esta mañana a la aduana del Aeropuerto Internacional la Aurora para reconocer el cuerpo y llevárselo a su tierra en donde será inhumado.
“Panchito” emprendió el viaje hacia Estados Unidos en abril pasado con el fin de reunirse con su hermano Esvin Ramos, quien reside en Chicago; el pequeño viajó solo con el objetivo de enviar dinero hacia Guatemala para poder costear las medicinas que requiere su madre.
Francisco Ramos, su padre, comentó esta mañana mientras esperaba el arribo del cuerpo, que para poder enviar a su hijo hacia Estados Unidos empeñó su casa y un terreno de diez cuerdas por 20 mil quetzales, dinero que fue entregado a “Zacarías” el Coyote que señaló se haría responsable de cuidar a su pequeño.
Don Francisco sostiene que el Coyote pidió 15 mil por adelantado y al llegar a Reynosa, México, antes de cruzar la frontera y adentrarse en el desierto, éste le llamó para pedir el depósito del resto del dinero. Así lo hizo.
El 15 de junio fue localizado el cuerpo sin vida de “Panchito” en Valle del Río, Texas; y fue identificado ya que en el cinturón de su pantalón lleva anotado el número de teléfono de su hermano. La causa de la muerte “pudo” ser una asfixia por calor.
Deuda y ayuda
Don Francisco sostiene que consiguió el dinero con prestamistas del lugar, los intereses corren y comienzan a presionar para que pague el dinero; sin embargo, sus escasos recursos le impiden hacerlo, pues el plan era que parte del dinero que sus hijos enviarían serviría para sufragar el préstamo.
La Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep), le entregó este día medicamentos para su esposa y la promesa de que podrían costear la medicina el tiempo que fuese necesario; además le entregaron un andador y una bolsa de alimentos, si bien Don Francisco agradeció el gesto, señaló que se siente muy triste por la pérdida de su hijo y también muy preocupado por la obligación de pagar lo que debe.
“No puedo perder mi casa ni mis tierras. Le pido ayuda al Gobierno con esta deuda”, concluyó Don Francisco.
Posteriomente, las autoridades migratorias lo acompañaron a donde se encontraba el cuerpo. Éste fue trasladado en una carroza fúnebre que colocó el ataúd en una capilla especial que se encuentra en la aduana del aeropuerto. El ataúd fue abierto para que Don Francisco reconociera el cuerpo de su hijo. Este se acercó y a la distancia se observó que le acarició el rostro. Confirmó que se trataba de su hijo.
El ataúd fue cerrado de nueva cuenta y depositado en la carroza fúnebre. Salieron del aeropuerto en una comitiva de varios vehículos que acompañaron la carroza hacia San José las Flores, Huehuetenango en donde será velado, para ser enterrado este sábado en el cementerio de la localidad.