La fotografía de espíritus estuvo de moda entre familias pudientes a finales del siglo XIX, en Estados Unidos, cuando el país intentaba recuperarse de la sangrienta Guerra Civil, en la que murieron 620 mil personas.
Muchas personas buscaban capturar imágenes de fantasmas y otras entidades espirituales de sus seres queridos que habían muerto en batalla, y así tener algún tipo de conexión fugaz con ellos.
De acuerdo a History Channel, la fotografía era el pase para que los dolientes pudieran encontrarse con el alma de sus familiares muertos.


El fotógrafo William Mumier, cobró popularidad con este estilo de imágenes y fue catalogado como el fotógrafo de los espíritus. Los historiadores cuentan que su primera fotografía de fantasma fue accidental. Él se hizo un autorretrato y cuando lo reveló, el espíritu de su primo estaba allí.
Sus dos fotografías más famosas son las de Mary Todd Lincoln junto al fantasma de su esposo Abraham Lincoln, y la del Maestro Herrod, un reconocido médium quien aparecía con los fantasmas de sus supuestas tres guías espirituales.

Sin embargo, no todo parecía ser tan real. Muchas personas señalaron a Mumier de impostor, ya que sabían que manipular imágenes era una parte muy conocida del arte fotográfico.
Incluso lo acusaron de entrar a la casa de las personas y robar fotos de familiares fallecidos para hacer un montaje. Sin embargo, la teoría de que se tratara de imágenes falsas no fue comprobada.


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*Con información de: Infobae