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Fiesta en la terraza para olvidarse del coronavirus en México

  • Por AFP
25 de julio de 2020, 10:19
Roberto no cobra por el espectáculo. Su motivación -dice- es llevar alegría a las personas confinadas por el coronavirus. (Foto: Alfredo Estrella/AFP) 

Roberto no cobra por el espectáculo. Su motivación -dice- es llevar alegría a las personas confinadas por el coronavirus. (Foto: Alfredo Estrella/AFP) 

"¡Roberto García es Conquistador Latino!", resuena en los potentes parlantes que este disc-jockey montó en su azotea para poner a bailar a los vecinos de Naucalpan, un suburbio vecino de ciudad de México, para hacerlos olvidarse momentáneamente del coronavirus.

García, de 38 años, es "sonidero", un tipo de DJ muy popular en México que mezcla música y luces en bailes callejeros, con la particularidad de que envía constantes saludos al público.

El DJ mexicano Roberto García prueba su micrófono antes de empezar su show en un tejado del barrio Río Hondo en Naucalpan de Juárez, México. (Alfredo Estrella/AFP)
El DJ mexicano Roberto García prueba su micrófono antes de empezar su show en un tejado del barrio Río Hondo en Naucalpan de Juárez, México. (Alfredo Estrella/AFP)

Ante la imposibilidad de celebrar festejos por la crisis sanitaria, decidió llevar el espectáculo a su terraza, y con el éxito que tuvo, fue invitado a las azoteas de otras personas.

"A raíz de la pandemia no hubo permisos, no hubo lugares para salir a divertirse. Tenemos 20 años de esto de 'Sonido Conquistador Latino' y tuvimos que adaptar una nueva forma", explica Roberto, a la AFP, mientras su equipo alista el show nocturno.

"¡Desde la azotea para tí! ¡Saludos para Charly, la familia Arreguín y toda mi gente de la colonia Miramar!", arranca el hombre, cuyos mensajes se escuchan en los barrios cercanos. De fondo suena una versión tropical de "Mi cacharrito", famoso tema del brasileño, Roberto Carlos.

Le sigue un desfile de cumbias y música electrónica para animar a los vecinos a bailar en sus casas y azoteas, junto con cientos de saludos que incluyen a quienes siguen la transmisión en Facebook.

"¡Estamos iniciando con sabor! ¡Para el 'pitufo ratonero'! ¡Toda la gente de Los Reyes! ¡Toda la gente que ya está bailando en su azotea!", exclama el DJ al micrófono, en medio de un juego de luces que ilumina el sector.

Vecinos escuchan desde su tejado al DJ mexicano Roberto García. (Foto: Alfredo Estrella/AFP)
Vecinos escuchan desde su tejado al DJ mexicano Roberto García. (Foto: Alfredo Estrella/AFP)

Los vecinos se asoman con sus teléfonos celulares encendidos como pedía el cartel del evento.

Roberto no cobra por el espectáculo. Su motivación -dice- es llevar alegría a las personas confinadas por el nuevo coronavirus, que en México, de 127 millones de habitantes, deja 40,400 muertes y 356,255 contagios.

"Nosotros estamos absorbiendo todo el gasto que genera subir y bajar el equipo, el traslado. Sin embargo, nos motiva brindar música a la gente como forma de terapia, de diversión, de esparcimiento", señala.

De lentes y pelo corto, Roberto también tiene una empresa que fabrica muebles de oficina. Ser sonidero es solo su trabajo de fin de semana, además de un pasatiempo.

Sería difícil vivir solo de la música, cuando la industria está parada por el virus. "Nuestro gremio está completamente detenido y va a ser uno de los que más tarde en activarse, estamos sufriendo por lo que está pasando en el mundo", afirma.

Hasta antes de la pandemia, un sonidero solía cobrar por presentación entre 10,000 y 60,000 pesos (de 450 a 2,600 dólares), refiere el DJ.

Aunque en México se han reanudado varias actividades tras la cuarentena, los espectáculos musicales y los centros de diversión nocturna no tienen fecha de reapertura.

Roberto García habla con su público. (Foto: Alfredo Estrella/AFP)
Roberto García habla con su público. (Foto: Alfredo Estrella/AFP)

Solo en ciudad de México, unas 2,600 salas y centros nocturnos están cerrados, lo que ha puesto en riesgo unos 380,000 empleos directos e indirectos, según la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos, Anidice.

Pero pese al ambiente festivo, Roberto no olvida las razones de fondo que lo obligaron a subir el show a la azotea, desde la que se observan gran parte del Valle de México y cientos de casas multicolor.

Antes de que la lluvia interrumpiera la mezcla, aprovechó la atención de los vecinos para honrar a las víctimas de la pandemia con un minuto de silencio.

"Desde su casa quiero que me apoyen con sus luces blancas", dijo, antes de pedir también medio minuto de aplausos para el personal médico que atiende la crisis.

Camilleros, paramédicos y todos quienes están en "contacto con esta enfermedad", enumeró Roberto. Entonces, las palmas de los vecinos reemplazaron la música.

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