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"Se enamoró de su presa", así fue el secuestro de Ernestina Sodi y Laura Zapata

  • Por Ilsie Rebolorio
10 de noviembre de 2024, 10:26
En septiembre de 2002 la escritora Ernestina Sodi y Laura Zapata fueron secuestradas por 45 días. (Foto: Vivavoz) 

En septiembre de 2002 la escritora Ernestina Sodi y Laura Zapata fueron secuestradas por 45 días. (Foto: Vivavoz) 

Ernestina Sodi fue secuestrada junto a su hermana Laura Zapata y el delincuente detrás del hecho se enamoró de su rehén. 

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La escritora recientemente fallecida por sufrir un paro cardíaco, en el 2002 había sido secuestrada atrozmente junto con su media hermana. Durante el hecho, medios de comunicación en México difundieron la alerta, ya que su querida colega y periodista Ernestina era una destacada escritora. 

Se cumplieron 22 años del secuestro en las afueras del teatro San Rafael el pasado septiembre de este año. La hija y actriz Camila Sodi señala que las hermanas se volvieron distantes después del hecho.

Se difundió el posible testimonio del presunto secuestrador de las hermanas de Thalía. Se revivió este 2024 gracias a un video "echando chisme", un fragmento que pertenecía al interrogatorio que las autoridades le hicieron a los presuntos responsables del delito. Se confirmó el abuso sexual en contra de Laura durante el secuestro por parte de un integrante del grupo criminal. 

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El secuestrador se había enamorado de su presa (Laura Zapata) que durante los días bajo su toma le entregaba flores, música e incluso propuestas indecentes. Quien reveló los detalles de está información fue sentenciado a 48 años en prisión. 

Laura Zapata ha mencionado la historia de su secuestro en varias ocasiones, pero en una entrevista de Yordi reveló que sufrió el síndrome de Estocolmo, que es el enamoramiento o convencimiento que una víctima siente por su agresor.

Tras el doloroso y confuso secuestro, al recuperar su libertad Sodi decidió lanzar su experiencia en el libro "Líbranos del mal", donde revela detalles impactantes de su cautiverio. 

Sodi siempre mantuvo en ella un chip electrónico en su cuerpo, ya que quedó con un mal sabor de boca de esta experiencia, tuvo que someterse a una operación ocular debido a los golpes que recibió durante su cautiverio. Además, señalaba la importancia de la salud mental, pues asistía a terapias psicológicas.

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*Con información de Infobae 

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