En Suiza 1954 el Mundial volvió a Europa y por primera vez participaron equipos asiáticos en cinco sedes y 26 partidos. En total, fueron 16 los equipos que disputaron la copa, como Corea y Japón. Latinoamérica estaba representada por Uruguay, México y Brasil.
La selección de Hungría, conocida como los "magiares", era la favorita para llevarse el título, con un invicto de 27 partidos y siendo ganadores olímpicos.
Sin embargo, terminaron cayendo en la final ante Alemania, la gran sorpresa del certamen. Los goles de Max Morlock e de Helmut Rahn en el estadio Wankdorf de Berna sentenciaron el partido con un 3 a 2 pese a haber mantenido una ventaja 2 a 0 en el marcador.
El húngaro Sandor Kocsis, fue el ganador del Balón de Oro en esta ocasión.
El afiche de este quinto mundial aún fue acorde a la Europa de posguerra. En este sentido, la imagen del guardamenta de blanco simboliza la paloma de la paz y el balón un sol, avizorando tiempos de luez y prosperidad. Es el segundo afiche en tener como elemento principal a un arquero, pero esta vez se presenta vencido.
El balón utilizado es el primero entintado en la historia de los mundiales, por lo que presenta un característico color amarillo. El esférico era cosido a mano y contaba con 18 paneles. El trofeo que se entregó continuó siendo el Jules Rimet.