El domingo se corrió una edición más de la Maratón de Boston. Esta reconocida prueba, que acoge a miles de personas alrededor del mundo, tuvo un participante que guarda una historia de vida asombrosa.
Micah Herndon, marine estadounidense, llegó a la competencia para conmemorar a tres compañeros que fallecieron en el 2010 en Afganistán producto de una explosión. Las fuerzas de Mark Juarez, Matthew Ballard y Rupert Hamer, sus compañeros caídos, le acompañaban mientras, literalmente, arrastraba su humanidad hasta la meta.
MÍRALO:
Corre por ellos, para honrarlos: "Encuentro gasolina en la simple idea de que puedo correr. Otros no pueden", dijo el Marine.
Ante los medios dijo: "Siento que si no estoy corriendo, estoy haciendo algo mal con mi vida. Si mis pies me duelen o me agoto, digo sus nombres bien fuerte dentro de mí. A ellos les fue mucho peor, así que corro por ellos y por sus familias".
Tras 3 horas y 38 minutos logró cruzar la meta dejando un aprendizaje invaluable a todos aquellos que observaron su esfuerzo.
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