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El cambio empieza en los hombres #YoTambién

  • Por Soy502
17 de enero de 2018, 15:58
¿Has participado del abuso a las mujeres? ¿Has permitido que pase sin protestar? (Foto de servicios, intervenida por Benjamín Calderón/Soy502)

¿Has participado del abuso a las mujeres? ¿Has permitido que pase sin protestar? (Foto de servicios, intervenida por Benjamín Calderón/Soy502)

La violencia sexual contra mujeres no es un problema reciente en Guatemala. Lo que sí es nuevo es que más mujeres se están atreviendo a contar sus historias de abuso, y eso da mayor visibilidad a la dimensión y cercanía del problema. No nos escapamos de lo que parece ser una epidemia mundial, como lo están evidenciando los movimientos #YoTambién y #TimesUp.

He estado consciente de la tragedia que muchas niñas y mujeres viven en Guatemala, sea por violaciones, embarazos de menores de edad u otras formas de acoso y violencia sexual. A pesar de sentirme familiarizado con el tema, leer la columna reciente de Dina Fernández, en la que comparte su historia #YoTambién, me impactó de una forma muy fuerte.

No sé si fue por escucharlo de alguien cercano, Dina es mi amiga, o por su capacidad para transmitir su historia con tanta lucidez. Lo cierto es que al ir leyendo cada párrafo de su columna, no quería llegar al siguiente por la angustia que sentí sólo de imaginar lo que ellas vivieron en ese momento.

Vivimos en una sociedad machista, en las que muchos comportamientos de los hombres se consideran “aceptables” o “normales”, cuando no lo son.

Es por esto que considero que todos los hombres debemos reflexionar sobre nuestras acciones y actitudes hacia las mujeres, y analizar si hemos incorporado algunas de estas costumbres, aunque sea inconscientemente.

¿Habremos causado que una mujer se sienta molesta o incómoda alguna vez? Aunque nosotros no lo hayamos hecho, ¿hemos permitido que pase delante nuestro sin decir nada? Es fundamental que nos informemos más del tema, y ante todo, que escuchemos más a las mujeres sobre cómo se sienten ante ciertos comentarios, acciones y situaciones.

Es difícil dimensionar el tamaño del problema. Los casi 80 mil embarazos de menores de edad registrados en 2017 nos pueden empezar a dar una idea. Dicho esto, aunque no tengamos cifras exactas, estoy convencido que tenemos que trabajar como sociedad para erradicar este calvario para las mujeres, y así darles las mismas condiciones de seguridad que tenemos los hombres.

Sabemos que esto requiere del fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia. Sin embargo, lo más importante es que cambiemos nuestras actitudes y comportamientos y el primer paso lo tenemos que dar los hombres. Tenemos un rol fundamental en contribuir a que las mujeres con las que convivimos se sientan más cómodas y seguras, y es por eso que el #YoTambién debe empezar por nosotros.

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