Justo cuando el tema de la violencia intrafamiliar se aborda como el posible móvil detrás de la desaparición de Cristina Siekavizza y su posible muerte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó las Estadísticas de Violencia Intrafamiliar 2012, el cual revela que la mayoría de las denuncias durante el 2012 fueron contra los esposos de las víctimas (12,565 casos). Sin embargo, se debe aclarar que las cifras corresponden a los casos denunciados, pero la mayoría aun permanece sin ser denunciados.
La mayoría de los agresores denunciados están entre los 20 y 39 años, tienen algún grado de escolaridad y tienen un empleo fijo. Mientras que las víctimas se encuentran en el mismo rango de edad, 7 de cada 10 tienen cierto grado de escolaridad pero también, 7 de cada 10 no tienen un trabajo fijo por lo que son vulnerables a ser víctimas de violencia económica.
A nivel general, el 55.6% de los agresores son ladinos, 31.1% pertenecen a algún pueblo maya y el resto o son garífunas, xincas o no se especifica su ascendencia étnica.
El informe del INE revela que entre el año 2003 y el 2012 hubo un crecimiento del 546.2% en el número de casos registrados y sólo entre 2011 y 2012 el incremento fue de un 7.8%.
Entre los departamentos con más denuncias se cuenta a Guatemala, Alta Verapaz y San Marcos; mientras que el que tiene menos es Chiquimula, le sigue Totonicapán y Zacapa.
No obstante, el índice de registros por departamento coloca a El Progreso con 64.6 denuncias por cada 10 mil habitantes, le sigue Suchitepéquez con 51.1 y Retalhuleu con 50.3.
El menor índice lo sigue conservando Chiquimula con 10.3 denuncias por cada 10 mil habitantes, le sigue Totonicapán con 11.8 y Quiché con 12.0.
Las denuncias se centran en agresiones físico-sicológicas (44.7%), sicológicas (26.7%) y física (10.7%).
