El presidente Alejandro Giammattei reveló que tuvo cáncer y fue curado, pero ¿cuántos guatemaltecos tienen acceso a un tratamiento efectivo? La realidad de muchos es otra debido al factor económico.
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Los casos de mortalidad de cáncer en Guatemala son una crisis de salud pública. Esta enfermedad ataca a cualquier persona y en cualquier momento de la vida.
Recientemente, el presidente Alejandro Giammattei reveló que tuvo cáncer durante su gestión. La Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia dijo que además de enfrentarlo, venció el cáncer, lo cual muchos guatemaltecos no han podido.
Según del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) en el Departamento de Epidemiología, en el 2020 se reportaron 3,414 casos en toda la república. Para el 2021, se reportó más de 4,974 casos de cáncer en todo el país.
En el 2022, los casos aumentan y llegan a 3,395, seguido del 2023 que llegó a 4,536, según los datos proporcionados por la Dirección de Tecnología de la Información del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Esto ha demostrado un aumento significativo, pues del 2016 a 2019, los casos de cáncer apenas llegaban a poco más de 2,500.
El departamento de Guatemala siempre es el que tiene el mayor número de casos en todos los tipos de cáncer, pero es porque los servicios se encuentran centralizados.
Dificultades para recibir el tratamiento
Hugo Raul Castro, oncólogo con más de 21 años trabajando tanto en lo privado como en el sector público, explica que en Guatemala, la principal razón por la que los pacientes dejen el tratamiento es el factor económico.
"En la actualidad, se curan más cánceres que en cualquier otra época, pero desafortunadamente son muy caros", relató en una entrevista con Soy502.
Explica que el tratamiento de un cáncer de mama puede llegar a costar de Q35 mil a Q50 mil al mes, mientras que el de próstata puede llegar a Q75 mil, dependiendo de la etapa.
Castro explica que en Guatemala los cánceres más comunes son los cáncer de mama y próstata, los más comunes en todo el mundo, seguidos de cáncer gástrico/estómago, cáncer de cérvix y hepatocarcinoma, los últimos tres, relacionados a la pobreza, explica Castro.
Muchos de estos no son detectados a tiempo porque los guatemaltecos llegan a consulta con etapas muy avanzadas, al no contar con un buen acceso a los servicios de salud.
Para cáncer, muchos de los servicios de tratamiento tanto públicos como privados se encuentran en la ciudad capital, esto dificulta el diagnóstico y el tratamiento, según la Sala Situacional 2022 del MSPAS.
Cáncer pediátrico
En el caso de cáncer en la niñez y la adolescencia, el Director de la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica, Federico Antillón, hace algunas reflexiones.
A diferencia del cáncer en adultos, el cáncer pediátrico no se puede prevenir, y solo se puede hacer un diagnóstico temprano, sin embargo, es mucho más curable. Según la Organización Panamericana de Salud, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan.
El tipo de cáncer más frecuente en niños es la leucemia, aunque Antillón explica que también han visto tumores de retina y linfomas, detalla que "estos generalmente no se diagnostican en adultos, entonces son dos mundos completamente diferentes".
Las estadísticas recaudadas por el Instituto Nacional de Estadística detallan que en el primer trimestre del 2023 se atendió a 2,772 personas con leucemia en el sector privado y otros servicios.
Antillón menciona que para Guatemala, "la cantidad de casos esperados de cáncer pediátrico, basado en la población actual, es de alrededor de unos 850 a 900 casos al año, de los cuales solo en la UNOP ya estamos tratando 500 casos al año", además resalta que en promedio, 7 de cada 10 niños que entran a tratamiento en la unidad, se salvan.
Aunque Guatemala no tiene los niveles de curación que existen en otros países más desarrollados, Antillón le atribuye a que en la unidad no cuentan con otros recursos de tratamiento como en estos países.
Descentralizar la ayuda
Sam, del Ministerio de Salud, explica que la situación de cáncer en Guatemala "les preocupa demasiado", dijo a Soy502. "Quisiéramos poder tener todas las herramientas de diagnóstico en todos nuestros hospitales", además, la epidemióloga asegura que todo el personal estaría dispuesto en apoyar en el diagnóstico.
"El cáncer no es una sentencia de muerte si lo detectamos a tiempo, pero si ya es muy tarde es ahí donde desafortunadamente, se vuelve en una enfermedad catastrófica", comentó.
