Leonard Jason, psicólogo estadounidense, realiza un estudio para determinar la posibilidad de que las personas que hayan contraído la enfermedad desarrollen como secuela el “síndrome de fatiga crónica”.
Esta enfermedad se conoce como encefalomielitis e inicia tras una condición viral aguda.El estudio ya se estaba llevando a cabo por Jason entre estudiantes universitarios que habían contraído mononucleosis.
Recientemente ha aumentado la cantidad de personas que reportan síntomas similares por ello quiere analizar si ocurre en casos de Covid-19.
“Podremos comparar información biológica y de comportamiento sobre las experiencias de los jóvenes antes de la pandemia y durante la pandemia”, indicó en una conferencia reciente, según reportó el sitio web especializado Start News.
Según una encuesta del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el 35 por ciento de las personas que experimentaron la enfermedad no volvieron a su “estado de salud usual” hasta dos o tres semanas después de haber dado positivo. Otros estudios afirman que 70 por ciento de las personas reportaron dolencias persistentes después de experimentar episodios agudos.
“Dolores crónicos posteriores al SARS, fatigas persistentes, mialgia (dolores musculares), debilidad, depresión y sueños no reparadores”, son el resultado de un estudio publicado en 2011 que siguió a pacientes que se habían recuperado de esa enfermedad.
En Covid-19, además, se han reportado casos de dolencias cardiovasculares y pulmonares, entre otros. Jason explicó que el estudio se extenderá durante varios años, pero su equipo podría publicar fragmentos de la información recabada por etapas.
En su investigación inicial sobre estudiantes universitarios previo a expandirla para incorporar a los casos de Covid-19, Jason encontró que el 5 por ciento de los sujetos contrajo mononucleosis; y el 8 por ciento de ellos luego presentaron síntomas compatibles con la encefalomielitis seis meses después de superar la primera enfermedad.
“Los individuos podrían presentar características genéticas, psicológicas o de conducta que de alguna manera los predispongan tanto a contraer una enfermedad como a no recuperarse de ella”, dijo.
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