Italia ha sido uno de los países que más afectados por el coronavirus. Primero ocurrió el cierre de emergencia y después, el sistema de atención médica colapsó provocando miles de muertes.
Esto dijo a The New York Times un padre de cinco niños encargado de una pequeña florería en el norte de Nápoles:
De acuerdo con Armando Gallinari, aún no ha recibido ninguna ayuda del gobierno y no sabe a quién acudir.
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Casi un mes después de que comenzó el aislamiento en Italia, esta es la nueva advertencia: "La economía está en problemas y se dirige a una gran recesión".
Además, los trabajadores en situación complicada, independientes, temporales, informales son los que más están sufriendo. No está claro cuánto tiempo más podrán sobrevivir. Los efectos económicos son más severos en el sur más pobre y menos industrializado.
Otro de los italianos afectados, Bruno Esposito, ha trabajado durante muchos años como plomero para negocios familiares locales y no tiene un contrato formal. Por ahora él y su familia dependen de los paquetes de comida semanales que ofrece un centro comunitario.
Incluso los trabajadores del sistema pueden ser víctimas de esta desigualdad. Una empleada del aeropuerto de Nápoles trabaja casi la mitad del año y durante los siguientes meses pueden solicitar prestaciones por desempleo. Pero estos beneficios ya se agotaron.
Los trabajadores vulnerables de Nápoles, y el sur en general, necesitan más ayuda. Los 400 millones de euros (€400,000,000), cerca de 432 millones de dólares (US$432,000,000), que el gobierno ha destinado a cupones de alimentos, no es suficiente.
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*Lee la nota en inglés en The New York Times